De viaje oficial por Europa, el presidente llamó a los alemanes a invertir en Uruguay y les enumeró una a una las ventajas que tiene el país, pero también planteó algunas dificultades.
A los alemanes –rígidos, ordenados y sobre todo puntuales– les sorprendió la sinceridad del presidente José Mujica al destacar algunas debilidades de su país. “A los uruguayos nos gustan los fines de semana largo. Los lunes en que faltamos al trabajo”, dijo este lunes el presidente José Mujica ante un auditorio con más de 200 empresarios alemanes de primera línea, en la Cámara de Comercio de Hamburgo.
Hubo aplausos durante varios pasajes del discurso y mucha atención sobre las palabras de Mujica. De viaje oficial por Europa, el presidente llamó a los alemanes a invertir en Uruguay y les enumeró una a una las ventajas que tiene el país, pero también planteó algunas dificultades.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es la “mano de obra barata”, manifestó Mujiica, además de que hay científicos y estudiantes que ganan “muy poco dinero” y tienen que emigrar a Europa para cumplir su vocación.
Para intentar despejar cualquier tipo de preconcepto que el auditorio pudiera tener por su perfil político, Mujica se encargó de dejar claro que conoce al dedillo las reglas del capitalismo que hay que cumplir para resultar atractivo a las empresas que buscan lugares donde instalar sus proyectos de inversión.
“La magia empieza por la inversión si queremos repartir los panes y si queremos que el mundo crezca”, sostuvo el mandatario uruguayo. De traje gris y sin corbata, el presidente habló durante 45 minutos y fue escuchado por empresarios y altas autoridades del gobierno alemán como el ministro de Economía, Philipp Rösler.
Mujica informó que Uruguay tiene una tasa de desempleo ubicada entre 5,5% y 6% aunque se trata de un país “envejecido”. Pidió ayuda para lograr capacitar a la masa de trabajadores para poder mantener el crecimiento económico que desde hace ya ocho años trepa sin interrupción y por encima de los promedios históricos. En este sentido, sugirió a los ejecutivos alemanes que inviertan para capacitar a los uruguayos y lograr que aprendan un oficio útil para los desafíos del país. “El crecimiento depende de calificar a nuestros empleados”, afirmó el presidente.
A juicio de Mujica, Uruguay “está fenómeno” aunque reconoció que los niveles de pobreza aún están por el 16%.
Por eso, dijo, él está “creando una religión”. “La religión de la vida. Los postergados son la razón de nuestra religión. La economía tiene que servir al hombre”, lanzó el presidente. “Estoy orgulloso de mi país. Es divino para vivir para cuando sean viejos”, comentó como una invitación a jubilados.
El Mercosur. El presidente definió a Uruguay como “un país fantástico” aunque reconoció que la Justicia anda “bastante lenta”.
Pero su invitación a los empresarios para que arriesguen parte de sus inversiones en Uruguay también tuvo sustento en las fortalezas que, a juicio de Mujica, tiene el Mercosur.
Entre otras cosas, el presidente dijo que Europa debería mirar con más insistencia hacia América del Sur y comentó que en el futuro el Mercosur será un mercado de 500 millones de personas.
En materia regional, dijo que hay unidad entre Uruguay y Argentina “para rato” y destacó las características del bloque regional de cara a la demanda de algunos productos.
“El Mercosur es la última reserva que tiene la tierra”, dijo. Recordó que en esa parte del mundo hay petróleo, agua dulce y soja.
Con su estilo, el presidente insistió en Alemania con su objetivo de incrementar la llegada de inversores extranjeros y defendió las características que Uruguay tiene para recibir a los empresarios de varias áreas. Dijo, por ejemplo, que la apuesta a la tecnología y a las ciencias agrarias son una necesidad en el país y les dijo a los alemanes que ellos tienen todo el potencial para hacerlo.
El presidente hizo también una fuerte defensa del papel que tiene para cumplir el Mercosur y sostuvo que es necesario “blindarlo”.
“Hay muchas cosas que tenemos que hacer, pero hay muchos intereses que no permiten que se lleven a cabo”, sostuvo Mujica sobre el bloque regional.
El presidente destacó su buena relación con el gobierno argentino. Tras los comentarios de Tabaré Vázquez sobre un eventual conflicto armado con Argentina en 2006 por la instalación de Botnia, el presidente José Mujica reafirmó este lunes su buena relación con Buenos Aires y auguró una segura reelección de Cristina Fernández en las elecciones del domingo 23.
“Las relaciones con Argentina andan muy bien. Argentina acaba de tomar dos o tres decisiones a favor de Uruguay: la profundización del canal Martín García y otras cosas más por el estilo”, dijo Mujica en Alemania a la agencia EFE.
Sobre el triunfo de Fernández, agregó: “Hace dos años dije que ganaba Cristina y lo dije porque lo palpaba en la calle cada vez que iba a la Argentina. Creo que va a haber presidenta para rato”. Días atrás Vázquez se reunió con el candidato opositor, el socialista Hermes Binner.
Sobre los activistas en contra de Botnia, Mujica dijo que eran “simpáticos”.