Los carteles comenzaron a usar hace varios años sangrientos videos para enviar mensajes a sus rivales y las fuerzas de seguridad, pero se han vuelto más comunes en los últimos meses mientras escala la violencia a lo largo del país
México D.F. Los poderosos cárteles de las drogas están usando en México cada vez más grotescos videos de ejecuciones e interrogatorios para intimidar a sus rivales, a la policía y a un de por sí aterrorizado público en la despiadada guerra del narcotráfico.
Los cárteles, que se disputan el control de las lucrativas rutas hacia Estados Unidos, acostumbran dejar notas escritas a mano junto a los cuerpos de sus víctimas que tiran en las calles como método para atemorizar a las bandas rivales y fuerzas de seguridad.
Pero ahora están utilizando más los blogs o sitios de internet como YouTube para divulgar sus crímenes y presionando a medios mexicanos para difundir sus violentos videos en la televisión.
La agresiva estrategia ha levantado más dudas sobre si la ofensiva antidrogas del presidente Felipe Calderón está teniendo progresos para debilitar a los cárteles y frenar el comercio de drogas en el que se mueven hasta US$40.000 millones al año en México.
Unas 28.000 personas han sido asesinadas desde que Calderón asumió en diciembre de 2006 y lanzó operativos con policías y militares para combatir a estas bandas.
Los narcotraficantes comenzaron a usar hace varios años sangrientos videos para enviar mensajes a sus rivales y las fuerzas de seguridad, pero se han vuelto más comunes en los últimos meses mientras escala la violencia a lo largo del país, según expertos y la policía.
El formato de los videos es con frecuencia el mismo: personas cautivas, muchas de ellas ensangrentadas por palizas, arrodilladas o atadas a una silla y con los ojos vendados en un escenario desconocido.
Rodeados de sus secuestradores fuertemente armados que usan pasamontañas y respondiendo a preguntas de una voz fuera de cámara, los cautivos son forzados a confesar lealtades a los cárteles o corrupción de funcionarios. Muchos son asesinados frente a la cámara.
Los videos más explícitos, cuando son detectados, son retirados de los mayores sitios de internet como YouTube, pero permanecen en los llamados "narco-blogs" a cargo de administradores anónimos.
En un video, un hombre en ropa interior con un ojo morado que está amarrado en una silla aparece cuando está siendo estrangulado por sus captores con un torniquete. En su pecho estaba dibujada una letra "Z", del grupo armado de "Los Zetas", que nació del cártel del Golfo pero que ahora es su rival.
En otro video, un hombre es lentamente decapitado con un cuchillo.
Impunidad y publicidad gratis. "El mensaje en general es decirle a los grupos antagónicos: ténganos miedo", dijo María Guadalupe Licea, directora de Servicios Periciales de la fiscalía del norteño estado de Baja California, donde se encuentra la violenta ciudad de Tijuana.
Autoridades dicen que los videos no son muy útiles para encontrar a los narcotraficantes.
Un portavoz de la policía federal de México dijo que los asesinos no pueden ser investigados hasta que no se presente una denuncia y no hay manera de probar que sean verídicos. Nadie ha sido arrestado por publicar este tipo de videos, arengó el portavoz.
También hay señales de que la guerra de propaganda entre los cárteles está alcanzando un nuevo nivel.
Narcotraficantes secuestraron hace unos días a cuatro periodistas en el norte de México y presionaron a los directivos de los medios donde trabajan para poner al aire 15 minutos de videos mostrando supuesta corrupción policial y rivales siendo interrogados como condición para liberarlos.
"Es un publicidad gratuita", dijo Javier Oliva, un experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
"Lo que a alguna empresa le puede costar cientos de miles de pesos la difusión de sus productos, a estas bandas criminales (...) es sólo una llamada telefónica de chantaje o lanzando granadas en contra de televisoras", agregó.
La presión para que se difundan videos puso en un nuevo peligro a periodistas en México, uno de los países más riesgosos para reporteros. Más de 30 periodistas han sido asesinados desde que Calderón asumió.
El secuestro de los periodistas provocó airadas condenas de presentadores de televisión, mientras que la mayor cadena Televisa canceló programas de noticias en protesta.
"El secuestro de nuestros compañeros y colegas representa de manera más amplia el secuestro de todo el periodismo", dijo la presentadora de Televisa, Denise Maerker. "El riesgo es que en el futuro muchos medios y programas se encuentren en esta misma y delicada situación", agregó.