La creación de la unidad especial fue acordada la semana pasada por los negociadores en las conversaciones de paz que celebran el Cuba el gobierno y la guerrilla izquierdista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Bogotá. La nueva unidad encargada de buscar a miles de colombianos desaparecidos durante más de medio siglo de conflicto armado es un rayo de esperanza para las familias, pero necesitará del poder político y de millonarios recursos para tener éxito, dijeron grupos involucrados en el problema.
La creación de la unidad especial fue acordada la semana pasada por los negociadores en las conversaciones de paz que celebran el Cuba el gobierno y la guerrilla izquierdista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El esfuerzo finalmente puede dar respuestas acerca de los desaparecidos, cuyos casos han quedado a menudo atrapados en una burocracia compleja, pero las organizaciones consultadas coincidieron en que se necesitará voluntad política.
"Sentimos que ha llegado un momento histórico que esperamos durante mucho tiempo, esto nos llena de mucha esperanza", dijo a Reuters el jueves Ulianov Franco, director de Familiares Colombia y cuyo padre desapareció en 1987.
"Pero también tenemos temores", aseguró Franco. Alertó sobre la necesidad de personal y presupuesto suficientes para evitar que los esfuerzos por encontrar a los desaparecidos fracasen como sucedió con anteriores intentos.
La unidad deberá suministrar informes oficiales a los familiares. La guerrilla izquierdista, escuadrones paramilitares de ultraderecha y las tropas gubernamentales han estado implicados en las desapariciones.
"Esa unidad debe tener esa voluntad política, ese alto perfil que permite convocar a instituciones como la Fiscalía, Medicina Legal, Procuraduría, Defensoría, entre otras para que se haga un esfuerzo conjunto", dijo Diana Arango, directora de Equitas, organización que apoya la búsqueda de desaparecidos.
Agencias anteriores que se conformaron para buscar a los desaparecidos se convirtieron en "un elefante muerto, una cosa grande, inoperante", aseguró. "Sí hay una luz de esperanza con la unidad, pero de nuevo, hay que ponerle dientes a esa unidad".
Las estimaciones sobre el número de desaparecidos en medio del conflicto armado que ha dejado unos 220.000 muertos y millones de desplazados varían ampliamente.
La Unidad Nacional de Víctimas estima en 45.000 la cifra de desparecidos, mientras que la Fiscalía General calcula 52.000 y grupos de derechos humanos dicen que podrían ser 100.000. La falta de un número definitivo es "vergonzoso", dijo esta semana el defensor del pueblo, Jorge Armando Otálora.
Arango sostuvo que la nueva unidad debe establecer la cifra y trabajar para identificar miles de osamentas almacenadas en depósitos de cadáveres en todo el país.
"Este es el comienzo para decir que estamos listos para enfrentar el pasado, así sea horrible", dijo Christoph Harnisch, jefe de la delegación en Colombia del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que ayudará con las búsquedas y exigirá la creación de completas bases de datos para facilitar las identificaciones.
Franco destacó que esto ha dado esperanzas a las familias, al menos por ahora. "Que nos tengan en cuenta, que nos escuchen".