El gobernador Andrew Cuomo y el fiscal general del estado prometen proteger a los 'dreamers'. Unos 800 mil inmigrantes corren el riesgo de ser deportados.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, y el fiscal general del estado se comprometieron el lunes a demandar al presidente Donald Trump si deroga una ley que protege de la deportación a inmigrantes que llegaron a Estados Unidos ilegalmente cuando eran niños, conocida como DACA.
Diversos medios estadunidenses reportaron el domingo que Trump planea anunciar el martes que pondrá fin al programa, pero que le dará al Congreso seis meses para delinear una legislación que reemplace a la que será derogada, citando a fuentes con conocimiento directo del tema.
"La acción del presidente cambiará drásticamente la vida de cientos de miles de personas jóvenes que nunca pidieron que Estados Unidos fuera su hogar", declaró Cuomo.
El programa no cambia el estatus legal de un inmigrante, sino que protege de la deportación y da el derecho de trabajar a los denominados ‘dreamers’ o ‘soñadores’, jóvenes llegados a Estados Unidos como niños y que viven ilegalmente en el país.
Cerca de 800 mil inmigrantes han recibido protección de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) desde su lanzamiento en 2012.