El subsecretario Frederico Costa fue uno de los 38 funcionarios del Ministerio de Turismo y empresarios arrestados en la operación, afirmó la policía federal. La policía dijo que había fuertes indicios de malversación de fondos públicos destinados a la capacitación profesional.
Brasilia. La policía arrestó al subsecretario de Turismo brasileño el martes en una redada anticorrupción vinculada al financiamiento para grandes eventos deportivos, el último en una serie de escándalos que han afectado al Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
El subsecretario Frederico Costa fue uno de los 38 funcionarios del Ministerio de Turismo y empresarios arrestados en la operación, afirmó la policía federal.
El ministro de Turismo Pedro Novais Lima fue convocado al palacio presidencial para dar explicaciones, lo que abre la posibilidad de que Rousseff pueda perder a su cuarto miembro de Gabinete desde mayo por acusaciones de corrupción.
Lima es miembro del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal socio de coalición de Rousseff, que ha estado enfrentado con ella virtualmente desde el comienzo de su mandato el 1 de enero, y ha bloqueado parcialmente su agenda en el Congreso.
La policía dijo que había fuertes indicios de malversación de fondos públicos destinados a la capacitación profesional.
El Gobierno brasileño está financiando escuelas en todo el país para entrenar a choferes de taxis, camareras y personal hotelero mientras la nación se prepara para organizar la Copa Mundial de fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016.
El Ministerio de Turismo dijo que emitiría una declaración durante el día.
Investigación. La redada policial con certeza impulsará los intentos de la oposición por lanzar una investigación formal en el Congreso sobre recientes acusaciones de corrupción que involucran al Gobierno federal.
Una investigación por el estilo tendría amplios poderes para indagar sobre las acusaciones.
Se espera que varios ministros sean llamados como testigos ante comités del Congreso por acusaciones de corrupción en los próximos días, potencialmente retrasando aún más la agenda legislativa de Rousseff.
La mandataria también enfrenta nuevas acusaciones de corrupción que involucran al Ministerio de Agricultura.
Varios proyectos de ley a la espera de ser aprobados por el Congreso podrían impulsar las inversiones privadas, incluyendo una reforma del código tributario, de la ley minera y la regulación de las regalías petroleras.
Brasil ya ha sido criticado en casa y en el extranjero por retrasos en proyectos de infraestructura para el Mundial, incluyendo la construcción o renovación de aeropuertos, carreteras y estadios de fútbol en las 12 ciudades sede.
Rousseff goza de un apoyo popular considerable, aunque mucho menos que los altos índices de su predecesor Luiz Inácio Lula da Silva, en parte debido a la resistente economía brasileña y también por su imagen como administradora seria y competente.
Según analistas, si se percibe que la mandataria apoya las investigaciones y cumple con su promesa de campaña de tener un Gobierno limpio, quizá no se vea afectada a raíz de los últimos escándalos e incluso podría beneficiarse de ellos.