Ántero Flores-Aráoz juró como jefe del gabinete de ministros en Palacio de Gobierno un día después de que Manuel Merino asumiera la presidencia del país tras la destitución de Martín Vizcarra en medio de denuncias de corrupción en el Congreso
Lima. El abogado y experimentado político Ántero Flores-Aráoz asumió el miércoles el cargo de primer ministro de Perú y sostuvo que en su gestión evitará medidas populistas para no mellar los esfuerzos en la recuperación de la golpeada economía local.
Flores-Aráoz juró como jefe del gabinete de ministros en Palacio de Gobierno un día después de que Manuel Merino asumiera la presidencia del país tras la destitución de Martín Vizcarra en medio de denuncias de corrupción en el Congreso, llevando al país minero a una nueva agitación política.
El político, en declaraciones más temprano a una radio local y a periodistas, se excusó de revelar quienes integrarían su gabinete de ministros, la misma -dijo- que se conocerá en las próximas para acabar la incertidumbre.
"Tenemos una crisis económica muy fuerte, un desempleo galopante, más la crisis sanitaria, no es el mejor momento para hacer experimentos", manifestó Flores-Aráoz, un ex presidente de Congreso, en una entrevista con la radio RPP.
Analistas temen de que el nuevo presidente, que debe completar la actual gestión gubernamental hasta julio del próximo año, promueva leyes consideradas populistas siguiendo el modelo del Congreso, que fue liderado por Merino.
"Estos eventos generan incertidumbre, que puede erosionar la confianza de los inversores y reducir la capacidad de implementar reformas", dijo la agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s, aunque agregó que las crisis no han dado lugar a cambios significativos en las políticas.
"Un cambio negativo inesperado en la política macroeconómica que dañe el historial de Perú de formulación de políticas predecibles sería negativo para la calificación", afirmó.
Fitch Ratings dijo por su parte en un informe el miércoles que el Congreso fragmentado ha generado inestabilidad y que el riesgo de acusaciones se había convertido en la "nueva norma política" que pueden golpear los planes para reducir el déficit fiscal y el repunte de la economía post pandemia.
"Desafíos de gobernabilidad persistentes y percepciones de el debilitamiento de las instituciones también podría debilitar la recuperación de la economía el 2021", señaló Fitch.
Piden tranquilidad. Flores-Aráoz, quien fue por muchos años legislador y también un ex ministro de Defensa, refirió que espera realizar una "transición ordenada" del Gobierno y llevar con transparencia unas elecciones ya convocadas para el 11 de abril.
Tras la expulsión de Vizcarra el lunes y la toma de mando de Merino el martes, cientos de personas salieron a las calles de Lima y del interior del país a protestar contra la decisión del Congreso; y se registraron varios enfrentamientos con la policía que tuvo que lanzar bombas lacrimógenas para dispersarlos.
El miércoles no se registraban manifestaciones, pero se ha convocado por redes sociales a nuevas protestas.
Respecto a las manifestaciones, el futuro primer ministro pidió tranquilidad a los peruanos para evitar agrietar más al país debido al brote del coronavirus, la pérdida de empleos y la crisis económica del segundo mayor productor mundial de cobre.
"Hay que pedir al país unidad, tranquilidad, mirar el futuro", dijo. "No es un lecho de rosas, es todo un problemón, pero hay que afrontarlo", dijo Flores-Aráoz luego a periodistas.
En la jornada los mercados se recuperaban frente al derrumbe del martes. La moneda local borró sus perdidas y el referente de la Bolsa de Lima subía un 0,7%.
Perú, que ha liderado por varios años el crecimiento en América Latina, ha transitado por constantes escándalos de corrupción que han llevado a tres expresidentes a prisión preventiva y otro al suicido en las últimas dos décadas.