Obama, que califico Estados Unidos como un "país de inmigrantes", señaló que el sistema de inmigración de su país está roto y que necesita actualizarse para afrontar los problemas actuales.
Naypyidaw. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó este viernes que usará sus poderes ejecutivos para reformar, antes de fina de año, las políticas de inmigración, lo que puede impedir la deportación de 5 millones de indocumentados.
"Esto va a ocurrir antes del fin de año", aseveró Obama en una comparecencia ante la prensa junto a la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, en Rangún, la antigua capital de Birmania (Myanmar).
Obama, que califico Estados Unidos como un "país de inmigrantes", señaló que el sistema de inmigración de su país está roto y que necesita actualizarse para afrontar los problemas actuales.
"Dije que si el Congreso no actuaba, yo usaría todo mi autoridad que poseo por ley para tratar de mejorar el sistema", espetó el mandatario norteamericano.
Obama agregó que está dispuesto a firmar una ley de inmigración en cuando el Congreso se la presente.
Según el diario "The New York Times", Obama planea anunciar la semana próxima un paquete de medidas ejecutivas que protegerán de la deportación a 5 millones de inmigrantes indocumentados.
El influyente diario es el segundo medio que apunta a un anuncio de Obama sobre inmigración para la semana próxima, ya que la cadena conservadora Fox se pronunció en el mismo sentido este miércoles.
El periódico sostiene que una "pieza clave" del plan de Obama es permitir que muchos padres de niños que son ciudadanos estadounidenses o residentes legales obtengan permisos de trabajo y eviten así la amenaza de la deportación.
Esa pieza del plan podría afectar a entre 2,5 y 3,3 millones de personas, dependiendo del tiempo de permanencia en el país (diez o cinco años) que se fije como requisito para los potenciales beneficiarios.
Ante el inminente anuncio migratorio del presidente, un grupo de republicanos liderado por los senadores Ted Cruz, Mike Lee y Jeff Sessions amenaza con bloquear la aprobación de fondos para financiar el funcionamiento del Gobierno y la "amnistía ilegal" que, según ellos, Obama pretende llevar a cabo.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha pedido a Obama que no anuncie sus medidas sobre inmigración hasta que el Congreso apruebe, antes del próximo 11 de diciembre, el paquete de gasto que financiaría al Gobierno en 2015.
"El presidente ha dicho que va a tomar medidas ejecutivas. La cuestión es cuándo. Eso es su decisión. Pero a mí me gustaría que las finanzas del país estuvieran resueltas antes de que lo haga", dijo Reid a la prensa este jueves a la salida del Senado.
Mientras, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, reiteró que Obama está "jugando con fuego" y que cualquier acción unilateral que adopte eliminará la posibilidad de aprobar una reforma migratoria en el Congreso, además de "poner en peligro" el consenso bipartidista en otros asuntos.