En "The View", el presidente estadounidense defendió su estrategia en la guerra de Afganistán, sus esfuerzos por sacar al país de la recesión y dijo que espera que las cosas mejoren con el tiempo.
Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intentó este jueves reavivar su cercanía con el público con un aspecto alegre, en un programa diurno de televisión en el que cinco anfitrionas pusieron hablaron sobre su Blackberry, Lindsay Lohan y la guerra en Afganistán.
Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos se presenta en un programa de conversación diurno. Esto le permitió a Obama apuntar directamente a un segmento de la audiencia mientras lucha contra las encuestas e intenta evitar grandes pérdidas en las elecciones legislativas de noviembre.
El programa matinal "The View" tiene entre 3 y 4 millones de espectadores y es muy popular entre las dueñas de casa.
En una extensa entrevista, Obama defendió su estrategia en la guerra de Afganistán, sus esfuerzos por sacar al país de la recesión y dijo que espera que las cosas mejoren con el tiempo.
"Si recuperamos nuestra magia durante los próximos meses, entonces estoy seguro de que estaremos muy bien, pero tendremos que hacer cambios estructurales fundamentales en la medida en que avanzamos", indicó.
Obama dijo estar frustrado con el tono del debate político, y culpó a la prensa por la reciente "falsa controversia" surgida por la destitución de un empleado negro del Departamento de Agricultura, que apareció haciendo comentarios racistas en un video editado que medios más conservadores.
"Cuando sientes como si cada iniciativa que haces está sujeta a la política de Washington en lugar de 'por el bien del país', eso puede ser frustrante", declaró Obama.
La guerra y cultura pop. La guerra de Afganistán es algo por lo que vale la pena luchar, señaló Obama cuando le preguntaron sobre la filtración de algunos documentos que no mostraban un buen panorama del impopular conflicto, lo que incluso dividió al partido demócrata.
"Si tienes caos (...) en esa región donde los gobiernos no funcionan y donde los señores de la guerra y aliados al terrorismo pueden operar, es mejor para nosotros asegurarnos de que no nos atacarán", sostuvo Obama.
Obama además mostró que tiene cierta comprensión de la cultura popular. Sabía que la actriz Lindsay Lohan había ido a prisión, declaró no haber escuchado sobre "Snooki", la estrella de un popular show de televisión, y esquivó una pregunta sobre las cintas de una llamada telefónica del actor Mel Gibson.
El presidente también lamentó su escasa capacidad para disfrutar de la tecnología.
Es el primer presidente que usa una Blackberry, pero no puede gozar de las bromas y fotos que llenan su bandeja de entrada.
"Tengo una Blackberry, pero sólo 10 personas tienen (acceso a) ella", dijo. "Tengo que admitir que no es tan divertido, porque ellos piensan que estará sujeta a la ley de archivos presidenciales, entonces nadie me manda cosas jugosas", sostuvo.