Barack Obama sostuvo el sábado un encuentro histórico con su par cubano Raúl Castro –con quien se reunió durante más de una hora al margen de la VII Cumbre de las Américas en Panamá.
El presidente estadounidense, Barack Obama, decidirá “en los próximos días” sobre la permanencia de Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo, dijo el secretario de Estado, John Kerry.
Obama sostuvo el sábado un encuentro histórico con su par cubano Raúl Castro –con quien se reunió durante más de una hora al margen de la VII Cumbre de las Américas en Panamá– buscando dar vuelta a la última página regional de la Guerra Fría y enterrar más de medio siglo de hostilidad.
Pese a las expectativas, Obama no ha anunciado si atenderá el reclamo de La Habana de retirarlo de esa lista, que integra desde 1982 por albergar a separatistas vascos de la ETA y rebeldes colombianos de las FARC, y que también incluye a Siria, Sudán e Irán.
Kerry reconoció que tras un prolongado análisis, el Departamento de Estado hizo una recomendación a Obama al respecto, aunque se negó a divulgar el contenido de la misma.
“Voy a brindar al presidente la libertad que se merece (...) para que pueda tomar su decisión con base en la recomendación que le hicimos”, dijo Kerry a la cadena CBS. “(Obama) tomará su decisión en los próximos días, mientras el proceso interagencias trabaja sobre lo que hemos evaluado”, agregó.
EE.UU. y la isla comunista de Cuba rompieron relaciones diplomáticas en 1961, el año de nacimiento de Obama.
Para el canciller cubano Bruno Rodríguez, uno de los resultados principales de la reunión fue “que ambos gobiernos conocemos mejor nuestros respectivos intereses y también los límites de nuestras diferencias y hemos encontrado terreno común en la disposición de tener un comportamiento civilizado que respete nuestras diferencias”.
Los líderes regionales también esperan que Obama dé el próximo paso para sacar a Cuba de la lista de países que apoyan el terrorismo. Obama entonces tendría que notificar al Congreso, pero los legisladores no están obligados a ratificar la decisión y tienen 45 días para desaprobarla.
Si se intenta tal voto, probablemente no saldría adelante, pero el tema se coloca en el candelero en momentos que los candidatos a las elecciones presidenciales del 2016 comienzan a entrar en el ruedo.
Florida, que una vez fue el centro del activismo anticastrista, es un estado clave en los comicios presidenciales y algunos candidatos republicanos tratarán de ganar terreno acusando a Obama de debilitar la posición de EE.UU. en el mundo. Cubanow, la organización de exilio cubano con sede en Miami, mediante un comunicado, apoyó el giro que han tomado las relaciones entre ambos países, allanado tras la cita, aun cuando “tomará tiempo para la población cubana lograr una transición plena hacia lo que aspiran ser”. En cambio, Sylvia Iriondo, del grupo Mar por Cuba, denunció que el encuentro bilateral y el apretón de manos entre ambos mandatarios “legitima la opresión, violencia y barbarie que continúa llevando a cabo el régimen castrista”.
En Cuba, algunos ciudadanos se mostraron satisfechos por el encendido discurso del mandatario y por la sutileza política de eximir de culpas a Obama para dejar el camino libre en la continuidad de las conversaciones bilaterales.
El foro social, paralelo a la cumbre, fue noticia no por sus conclusiones sino por los enfrentamientos entre cubanos castristas y los disidentes.