El presidente de EE.UU. mantuvo la presión sobre los legisladores para su reforma de regulación financiera en el país y reiteró la necesidad de cambios en Wall Street.
Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el sábado que los rescates con fondos públicos a la industria automotriz del país han sido devueltos, reforzando su rechazo a los argumentos conservadores en contra de la ayuda del Gobierno.
En su discurso semanal por radio e internet, Obama mantuvo la presión sobre los legisladores para su reforma de regulación financiera en Estados Unidos y dijo que las noticias prometedoras de la industria automotriz no habían reducido la necesidad de cambios en Wall Street.
Los rescates públicos en Wall Street, iniciados por el ex presidente George W. Bush en el 2008 y continuados por Obama, fueron objeto de duras críticas de conservadores que consideran que el Gobierno está gastando demasiado dinero y debería dejar que las grandes firmas quiebren.
Tanto General Motors Co como Chrysler reportaron esta semana progresos en las devoluciones de fondos públicos, pero el Gobierno aún prevé algunas pérdidas por los salvatajes de ambas compañías para ayudarlas a recuperarse de la recesión económica y la baja demanda de autos.
Obama usó buena parte de su discurso semanal para explicar que los rescates fueron necesarios para evitar una calamidad aún peor y dijo que se estaba poniendo fin a los programas de emergencia, lo que costaría a los contribuyentes "una fracción de lo que se temía originalmente".
"Este es el resultado directo de un manejo cuidadoso de las inversiones del pueblo estadounidense para que pudiéramos recuperar tantos dólares de recaudación de impuestos como fuera posible, y lo más rápido posible", dijo el mandatario.
Es probable que el tema sea parte de los debates por las elecciones legislativas de noviembre, cuando los demócratas intentarán defender sus fuertes mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado. Los sondeos señalan que los republicanos lograrán avances.
Al llamar la atención sobre Wall Street, Obama busca asegurar que entiende las preocupaciones de los estadounidenses y convencerlos respecto a la necesidad de tomar acciones. Su reforma financiera sigue siendo impopular entre un gran segmento de la población, pese a los duros esfuerzos de la Casa Blanca por promocionarla.
Obama, que está pasando el fin de semana junto a su esposa, Michelle, en Asheville, una ciudad al borde de las Montañas Blue Ridge, buscó mantener el impulso para la reforma al sistema financiero, que parece dirigirse a su aprobación en el Senado.
El proyecto de ley ganó puntos a favor cuando reguladores estadounidenses presentaron una demanda contra Goldman Sachs Group el 16 de abril, acusando al banco de inversiones de promocionar un producto ligado a hipotecas de alto riesgo, los peligrosos créditos en el centro de la crisis financiera.