"En Cuba, hemos acabado con una política cuya fecha de caducidad había pasado hace mucho (...). Este año, el Congreso debería empezar el trabajo de acabar con el embargo", afirmó Obama en su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso.
Washington. El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo la noche de este martes que el Congreso estadounidense debe empezar "este año" a levantar el embargo comercial a Cuba, siguiendo su cambio de política hacia la isla, que "tiene el potencial de acabar con un legado de desconfianza" en el continente americano.
"En Cuba, hemos acabado con una política cuya fecha de caducidad había pasado hace mucho (...). Este año, el Congreso debería empezar el trabajo de acabar con el embargo", afirmó Obama en su discurso sobre el Estado de la Unión ante el Congreso.
"Como ha dicho su Santidad, el papa Francisco, la diplomacia es un trabajo de 'pequeños pasos'. Estos pequeños pasos han llevado a una nueva esperanza para el futuro en Cuba", añadió.
Obama subrayó que el anuncio de normalización de relaciones con Cuba que su Administración hizo el pasado 17 de diciembre era necesario porque "cuando lo que estás haciendo no funciona durante cincuenta años, es hora de intentar algo nuevo".
"Nuestro cambio en la política hacia Cuba tiene el potencial de acabar con un legado de desconfianza en nuestro continente, elimina una hipócrita excusa para las restricciones en Cuba, respalda los valores democráticos, y extiende la mano de la amistad al pueblo cubano", sostuvo.
El mandatario aprovechó para dar la "bienvenida a casa" a Alan Gross, un excontratista estadounidense encarcelado en Cuba en 2009 y liberado en diciembre en el marco de los acuerdos entre Washington y La Habana.
"Gracias, gracias", murmuró Gross, de pie y con los puños en alto, desde el palco de invitados de la primera dama, Michelle Obama, donde siguió el discurso junto a su esposa Judy.
El discurso de Obama se produce un día antes de que llegue a Cuba la delegación estadounidense de más alto rango que visita la isla desde hace décadas, para unas conversaciones que servirán para trazar la agenda que guiará la normalización de sus relaciones, con la apertura de embajadas como uno de los asuntos prioritarios.