"El presidente Obama indicó nuestro firme apoyo a un diálogo pacífico entre las partes dentro de Venezuela. Reiteró que nuestro interés no es amenazar a Venezuela, sino apoyar la democracia", dijo Bernadette Meehan, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.
Ciudad de Panamá. Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunieron este sábado para tratar de suavizar las crecientes fricciones entre ambos países, que pusieron la nota disonante en una Cumbre de las Américas en la que participó Cuba por primera vez en más de medio siglo.
El mandatario sudamericano había pedido una reunión a Obama durante la plenaria de la cita regional, en la que volvió a exigir que Washington derogue un decreto emitido el mes pasado en el que califica a Venezuela como una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.
"El presidente Obama indicó nuestro firme apoyo a un diálogo pacífico entre las partes dentro de Venezuela. Reiteró que nuestro interés no es amenazar a Venezuela, sino apoyar la democracia", dijo Bernadette Meehan, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.
La charla, de unos 10 minutos, se concretó poco antes de que el mandatario estadounidense se dispusiera a regresar a su país.
"El encuentro se produjo en medio de un ambiente de respeto y cordialidad. Previo al intercambio de ideas el saludo entre ambos mandatarios se produjo en castellano", dijo en una nota el Ministerio de Información venezolano.
El Gobierno estadounidense sancionó el mes pasado a siete funcionarios venezolanos, incluyendo el jefe del servicio de inteligencia estatal y el director de la policía nacional, acusados de violar los derechos humanos en las protestas que sacudieron el año pasado el país sudamericano.
La Casa Blanca ha insistido que el decreto de amenaza es un requisito legal para aplicar estas sanciones, que incluyen el congelamiento de propiedades e intereses en Estados Unidos, y la prohibición de entrar al país, pese a que varios países latinoamericanos han criticado la medida.
Maduro había dicho que el decreto es "irracional" y una injerencia de Washington en los asuntos internos de su país.