Es el "inicio de una nueva era: el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Un punto de inflexión para la región", agregó en la VII Cumbre de las Américas en Panamá.
Panamá. El presidente Barack Obama dijo este sábado que Estados Unidos "no será prisionero del pasado" y que la VII Cumbre de las Américas representa "un momento histórico".
Es el "inicio de una nueva era: el restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Un punto de inflexión para la región", agregó en el foro continental en Panamá.
"Cuando llegué a la primera Cumbre, me comprometí a liberarnos de los viejos resentimientos y trabajar por el futuro", dijo rodeado de los jefes de Estados miembros de la Organización de los Estados Americanos y con Raúl Castro, presidente de Cuba, cuyo país fue expulsado de la OEA en 1962.
"Y en efecto ha sido así", agregó, refiriéndose al cumplimiento de su compromiso.
Se comprometió a continuar por el camino señalado y, según expresó: "ayudar con proyectos humanitarios, mayor acceso a Internet". Prometió también que así será a pesar de que seguramente con Castro continuará teniendo diferencias.
"Nosotros seguiremos hablando de valores universales y Castro seguramente seguirá hablando de sus temas. Pero podemos tener muchas cosas en común", manifestó el gobernante en la sesión plenaria de la Cumbre, abierta anoche en el centro de Convenciones Atlapa de la capital panameña.
Obama luego le respondió al presidente de Ecuador, Rafael Correa, que en su discurso en este mismo escenario dijo esta mañana que "Estados Unidos tiene una historia negra de intervención y abuso de derechos humanos" como para opinar ahora de los países del sur.
"En las dictaduras los derechos humanos no importaban -dijo Correa-. Pinochet presidió reuniones de la OEA. Ahora el argumento es los derechos humanos", acotó.
Obama contestó a su turno: "Me encantan las clases de historia que recibo aquí", y admitió que hay "capítulos oscuros" en la historia de su país: "Soy el primero en reconocer que la aplicación de los Derechos Humanos en Estados Unidos no siempre ha sido coherente".
"Nosotros no podemos reivindicar la perfección, pero podemos decir que tenemos una apertura al cambio", dijo. "Los Estados Unidos miran hacia el futuro. No queremos estar atrapados en la ideología. No me interesan batallas que empezaron antes de que naciera. Nos interesan los resultados", agregó.
En la contestación a Correa, Obama ratificó la defensa de la democracia: "En Estados Unidos también hay prensa mala, presidente Correa. Pero la prensa mala sigue hablando en Estados Unidos. Si creemos en la democracia, creemos que todo el mundo tiene la libertad de hablar", añadió, en alusión a la crítica que el presidente ecuatoriano hizo a la prensa de la región.
Al finalizar el gobernante de Estados Unido agregó: "Estados Unidos se ha usado como una excusa cómoda para ocultar problemas. Pero eso no va a aportar al progreso".
Al inicio de su discurso, Obama expresó su solidaridad al pueblo chileno y a su presidenta, Michelle Bachelet, debido al fenómeno natural que ha afectado al país sudamericano.
El gobernante del país norteamericano también repasó las numerosas iniciativas de su país para promover la conectividad, la educación, la infraestructura, las energías limpias y el intercambio comercial que promueva el crecimiento en Latinoamérica.