El presidente de EE.UU. aseguró el compromiso de líderes mundiales para que sean tomadas las acciones necesarias para prevenir el terrorismo nuclear. Además junto a sus asesores realizaron una intensiva campaña para aumentar la presión internacional sobre Irán.
Washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró el martes el compromiso de líderes mundiales para que sean tomadas las acciones necesarias para prevenir el terrorismo nuclear, mientras intentaba obtener un mayor apoyo a sanciones más estrictas sobre Irán.
El comunicado final que será emitido en la cumbre nuclear sin precedentes que reunió a 47 naciones promete mayores esfuerzos para evitar que "actores no estatales" vinculados a Al Qaeda obtengan material para armamento atómico para "propósitos maliciosos".
La inédita conferencia se desarrolló en el contexto de crecientes presiones de parte de Estados Unidos para aislar a Irán por su programa nuclear. La canciller alemana, Angela Merkel, sonó optimista sobre la posibilidad de tener el respaldo de China y Rusia para una nueva resolución de sanciones de Naciones Unidas contra la república islámica.
Durante la sesión de apertura de la cumbre, Obama advirtió que si Al Qaeda adquiere suficiente material nuclear para armamento atómico sería una "catástrofe para el mundo".
"Dos décadas después del fin de la Guerra Fría, enfrentamos una cruel ironía de la historia: el riesgo de una confrontación nuclear entre naciones ha disminuido, pero el riesgo de un ataque nuclear ha aumentado", dijo Obama.
"Así que hoy es una oportunidad no sólo para hablar, sino para actuar (...) No sólo realizar promesas, sino hacer un verdadero progreso por la seguridad de nuestra gente", señaló a la asamblea de jefes de Estado y de gobierno.
El comunicado, del cual una copia fue obtenida por Reuters, exhorta a nuevos controles sobre el plutonio y el uranio altamente enriquecido, así como sobre el plutonio separado, componentes claves para armamento nuclear. También insta a reprimir el contrabando nuclear.
Sin embargo, en un guiño a algunos países en desarrollo que buscan lanzar programas nucleares civiles, la cumbre acordó que las medidas de seguridad "no deberían infringir los derechos de los estados a usar energía nuclear para propósitos pacíficos".
Irán y Norcorea latentes. Funcionarios estadounidenses buscaron centrar la cumbre en la seguridad nuclear, pero en el marco del encuentro de dos días Obama y sus asesores llevaron a cabo una intensiva campaña para aumentar la presión internacional sobre Irán por su disputado programa atómico.
Obama aseguró el lunes una crucial compromiso de parte del mandatario chino, Hu Jintao, para ayudar a promover un nuevo paquete de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Teherán, dijeron funcionarios estadounidenses, aunque China no expresó compromisos específicos para apoyar las duras medidas que Washington busca.
Y Pekín enfatizó el martes que quiere que cualquier acción del consejo sobre Irán promueva una solución por la vía diplomática para superar la disputa nuclear. Irán, país que no asistió a la cumbre, es el tercer mayor proveedor de petróleo de China.
En un esfuerzo continuado de Estados Unidos, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, se reunió el lunes en la noche con representantes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania para conversar sobre Irán.
El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo a periodistas durante un vuelo a América del Sur que no espera que Irán sea capaz de producir armas nucleares por al menos un año "y quizás más".
Occidente sospecha que Irán busca desarrollar armas nucleares. Teherán replica que su objetivo es completamente pacífico.
También ausente en la cumbre estuvo Corea del Norte, otra nación considerada por Occidente como una amenaza nuclear. Pero Obama envió un claro mensaje a Pyongyang cuando anunció que Corea del Sur será la sede de la próxima cumbre de seguridad nuclear que se realizará en el 2012.
A pesar de que no se esperaba que la cumbre lograra grandes avances, ya ha reportado varios beneficios tangibles.
Washington y Moscú firmaron un acuerdo el martes para reducir las reservas de plutonio para la fabricación de armas y funcionarios estadounidenses dijeron que cada país se deshará de 34 toneladas métricas.