"El futuro de Siria debe estar determinado por su pueblo, pero el presidente Bashar al-Assad está siendo un obstáculo", dijo Obama. "Sus llamados al diálogo y a la reforma suenan falsos mientras esté encarcelando, torturando y matando a su propio pueblo".
Washington. Estados Unidos y la Unión Europea pidieron la renuncia del presidente sirio Bashar al-Assad el jueves, luego de cinco meses de represión contra los manifestantes, en la que investigadores de la ONU dijeron que las tropas usaron una aparente "política de tirar a matar".
Aunque el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, indicó que Assad le aseguró que las operaciones militares habían terminado, activistas reportaron que las fuerzas sirias condujeron ataques en Deir al-Zor y rodearon una mezquita en Latakia el jueves.
El presidente Barack Obama impuso nuevas sanciones contra Siria, al congelar sus activos en Estados Unidos, prohibir las compras de productos petroleros de origen sirio y restringir la participación de ciudadanos estadounidenses en operaciones o inversiones en Siria.
En una medida coordinada, la jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, llamó a Assad a renunciar y dijo que la UE se está preparando para extender las sanciones contra Siria.
"El futuro de Siria debe estar determinado por su pueblo, pero el presidente Bashar al-Assad está siendo un obstáculo", dijo Obama. "Sus llamados al diálogo y a la reforma suenan falsos mientras esté encarcelando, torturando y matando a su propio pueblo", agregó.
Investigadores de derechos humanos de la ONU afirmaron que las fuerzas sirias perpetraron ataques sistemáticos contra los civiles, a menudo disparando a quemarropa y sin advertencia, cometiendo violaciones que podrían constituir crímenes contra la humanidad.
En una conversación telefónica con el líder sirio el miércoles, Ban expresó alarma ante los reportes de extendidas violaciones a los derechos humanos y de uso de fuerza excesiva por parte de las fuerzas de seguridad contra civiles.
"El secretario general enfatizó que todas las operaciones militares y arrestos masivos deben cesar inmediatamente", indicó un comunicado de la ONU. "El presidente Assad dijo que las operaciones militares y policiales fueron detenidas", agregó.
Pero la Unión Coordinadora de la Revolución Siria, un grupo activista de base, dijo que las fuerzas de seguridad dispararon ametralladoras cerca de una mezquita en Latakia que fue rodeada por vehículos blindados.
En la ciudad de Deir al-Zor, en el este, que fue atacada por tanques hace 11 días, los efectivos de seguridad apoyados por tropas allanaron casas en el distrito de al-Jubaila, agregó.
Además de la creciente presión occidental, Assad también enfrenta críticas de los estados árabes de la región y el país vecino Turquía por su campaña militar contra el levantamiento, que se intensificó luego del inicio del mes sagrado musulmán de Ramadán el 1 de agosto.