El gobierno y la oposición siguen en un punto muerto en medio de las protestas casi diarias que ambas partes organizan, y aún no se ha llegado a un acuerdo sobre quién gobernará el país si Martelly deja el cargo sin un reemplazante elegido.
Una misión especial enviada por la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunió este domingo con el presidente de Haití, Michel Martelly, como parte de los esfuerzos para resolver una crisis electoral que amenaza la estabilidad en la nación caribeña.
Martelly debe dejar el cargo el 7 de febrero, pero no tiene un sucesor electo luego de que las protestas por un supuesto fraude en la primera vuelta de la elección presidencial llevaron a que las autoridades electorales suspendieran un balotaje que se habría celebrado hace una semana.
El gobierno y la oposición siguen en un punto muerto en medio de las protestas casi diarias que ambas partes organizan, y aún no se ha llegado a un acuerdo sobre quién gobernará el país si Martelly deja el cargo sin un reemplazante elegido.
"La misión de la OEA discutió con el presidente Martelly y se reunirá con representantes de diferentes sectores para ayudarnos a encontrar una solución que puedan facilitar la realización del proceso electoral", dijo Fritz Jean-Louis, un ministro encargado de temas electorales, a Reuters el domingo.
Las críticas a la primera vuelta del 25 de octubre se centran en que se permitió que cientos de miles de representantes partidistas votaran en cualquier colegio electoral, lo que la OEA dijo fue "visto como una de las principales fuentes de irregularidades".
La segunda vuelta, que habría contado con controles más estrictos a la votación de los representantes de los partidos, habría sido disputada entre el candidato del partido gobernante Jovenel Moise y el representante de la oposición Jude Celestin.
Haití, el país más pobre de América, ha luchado por décadas para construir una democracia estable y los críticos dicen que la ayuda exterior a menudo no ha estado a la altura de las expectativas, incluso después del devastador terremoto del 2010.
Jean-Louis dijo que Martelly pidió la ayuda de la OEA para evitar que la crisis política se agrave después del 7 de febrero. Los manifestantes antigubernamentales se oponen a la iniciativa de la OEA, que creen podría ayudar a que Martelly siga en el poder después de la fecha constitucional para su salida.