Lo primero es reconocer la labor del gobierno, los esfuerzos de las autoridades nacionales, respecto a una emergencia compleja. Esto es fundamental, dijo María del Carmen Sacasa.
La coordinadora residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), María del Carmen Sacasa, destacó los esfuerzos realizados por el gobierno, así como las autoridades nacionales ante una la situación de emergencia que afectó al país. Asimismo, resaltó la solidaridad y cohesión social.
-¿Cuál es el balance de la ONU sobre la labor que realizan el Ejecutivo, los gobiernos regionales y los municipios para atender la emergencia climática?
-Lo primero es reconocer la labor del gobierno, los esfuerzos de las autoridades nacionales, respecto a una emergencia compleja. Esto es fundamental. Hubo una coordinación muy estrecha entre el Ejecutivo, las regiones y municipalidades, lo que permitió una mejor respuesta, más ordenada, con vista a una situación que es cambiante, que no es estática. No hablamos de un terremoto, sino de un fenómeno que no concluye, que dura y se extiende en el tiempo. Entonces, eso requiere de una mayor coordinación y articulación. En la medida de lo posible se logró con estas acciones.
-¿Cómo evalúa el comportamiento de la sociedad frente a los fenómenos?
-En una crisis como esta, es muy interesante cómo emergen la solidaridad y la cohesión social. El pueblo peruano se unió, como dice el eslogan que se está utilizando, en una sola fuerza. Uno puede ver la colaboración de todos los sectores, la sociedad, la academia, los gobiernos subnacionales, además de la comunidad internacional, respecto a poder dar una respuesta ordenada a los afectados y damnificados.
-¿Qué valoración le da al trabajo de las Fuerzas Armadas y la Policía?
-Es parte del mandato del Ministerio de Defensa lograr una articulación efectiva en el contexto del Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) y, por supuesto, ahí están las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú (PNP) apoyando esta labor. Es importante que participen en esta respuesta inmediata con un enfoque siempre de derechos. Lo más trascendente de todo esto es que podamos trabajar pensando en el ser humano como centro de todas las decisiones. Si bien es cierto que la parte de la infraestructura es vital, porque obviamente estas personas perdieron sus casas y bienes, también se esfumaron sus sueños y proyectos, entonces hay partes tangibles e intangibles. La respuesta inmediata necesita abordar las dos cosas y las Fuerzas Armadas contribuyen a una parte de esto, que es salvar vidas inmediatamente, pero después tenemos que completarlas con otras variables, y ahí desempeñan los diversos sectores un papel importantísimo.
-¿Qué aspectos se deben reforzar en la atención a los afectados y damnificados?
-Nosotros realizamos un análisis constante y tenemos ahora elaborado nuestro sexto análisis de situación. Identificamos los avances y los vacíos, las brechas que encontramos. Hay que ver de manera inmediata el tema de la protección, pues muchos niños de los albergues o campamentos necesitan una atención especializada, junto a los adultos mayores que también son los más vulnerables dentro de los vulnerables. Las gestantes constituyen, asimismo, un universo importante. Todos estos grupos poblacionales requieren de una alimentación diferenciada, una atención psicosocial distinta y un análisis de salud física urgente en términos del contagio de vector.
-¿Cómo se desarrolla el trabajo de las agencias de la ONU en apoyo al Perú en esta emergencia?
-Es importante tomar en consideración que trabajamos con el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), desde hace muchos años, en el contexto de lo que llamamos una red humanitaria, que incluye la labor de las Naciones Unidas, de organismos no gubernamentales y la cooperación internacional. Este trabajo es muy importante porque nos organizamos en función de sectores. Uno de ellos es agua y saneamiento, otros son protección, nutrición y recuperación temprana, porque vemos no solo el momento de la emergencia, sino también el impacto posterior en la vida de las personas.
Cada una de las agencias del sistema lidera un sector, tenemos como nueve o 10 activados, y trabajan de la mano con la contraparte nacional. Lo importante no es visualizar la realidad en compartimentos, sino en forma multisectorial y ahí entra a tallar la complejidad. La vida de las personas es compleja. Entonces, lo que tenemos que ver es cómo, por ejemplo, a la hora de que un grupo poblacional se ve afectado en el tema de salud, también requiere de una atención en educación, nutrición, y así sucesivamente.
Agua, saneamiento e higiene, salud y seguridad alimentaria son puntos clave para evitar epidemias y otros males…
Hemos traído expertos internacionales experimentados a escala mundial que brindan asistencia técnica. Este apoyo es muy valorado por el Gobierno y las regiones, en la medida en que existe una capacidad instalada también en el país. Entonces, nuestra intervención debe ser muchísimo más especializada y puntual. Y en esa medida estamos trabajando con los diferentes sectores proporcionándoles insumos de información y asistencia especializada. Ahora, estamos definiendo un plan de respuesta a cortísimo plazo mediante un fondo de emergencia de las Naciones Unidas, que es para los próximos tres meses y se focaliza fundamentalmente en el tema de salvar vidas. Pero también elaboramos una propuesta que presenta un margen de seis meses e incluye aspectos a mediano y largo plazo.
-¿Cuál debe ser el punto de partida en la etapa de reconstrucción?
-Lo más importante es que pensemos en este proceso no solo como la reconstrucción de infraestructura, sino también en la recuperación de los medios de vida que van más allá de la infraestructura, en la generación de empleo para las personas y que los damnificados se inserten en la sociedad con dignidad. Estas personas pasaron por una situación muy compleja, perdieron absolutamente todo, no tienen ninguna esperanza hacia futuro y requieren recuperarla. Sí es importante la infraestructura y rehabilitación de espacios públicos, o de casas, pero no olvidemos la parte que parece más intangible y que es fundamental para que la sociedad se reconstruya de la mejor manera posible.
Planeamiento urbano y rural
-¿La mentalidad del peruano debe estar ya enfocada en que vendrán otros fenómenos?
-Totalmente. La parte ahora de la reconstrucción física tiene que tomar en consideración aspectos de planeación, urbana y rural, vista en un ordenamiento del territorio en su conjunto, que es fundamental. Debemos pensar en una planeación estratégica que permita reconstruir las ciudades de forma mucho más ordenada, que posibilite entender cuáles son los medios de vida que requieren estas personas, para que estén próximas a lo que les proporciona su ingreso diario sin correr el riesgo de morir en una emergencia de esta naturaleza.
-Se pidió firmeza al Estado para que la gente no vuelva a habitar en los cauces o las zonas vulnerables, ¿es necesario autoridad, persuasión o planeamiento?
Una cosa va atada a la otra. El planeamiento urbano y regional o rural es vital, pero sí se tiene que sancionar a aquellos que no cumplen lo que está estipulado en la legislación o los decretos, que se haga. Muchas veces vemos que hay personas que negocian con tierras o lugares que son inapropiados para ser habitados.
Convocatoria internacional
Las Naciones Unidas, mediante la Red Humanitaria Nacional, convocaron a la comunidad internacional a fin de fortalecer los esfuerzos de respuesta que realiza el Gobierno frente a los fenómenos naturales. Los aportes se sumarán a las contribuciones previas efectuadas por la comunidad internacional e integrará los esfuerzos conjuntos de la ONU, ONG, Cruz Roja Internacional y otros actores humanitarios, identificándose necesidades urgentes aún no cubiertas.
Las prioridades incluyen apoyo a los albergues, alojamiento temporal y techo a la población damnificada, asistencia alimentaria adecuada, provisión de agua, y otros.