Al declarar que la Unión Europea enfrenta un "momento decisivo", el jefe de la agencia de refugiados de la ONU, Antonio Guterres, dijo que un bloque dividido sólo beneficiaría a los contrabandistas y traficantes de personas.
El jefe de la agencia de refugiados de Naciones Unidas llamó este viernes a Europa a movilizar "toda su fuerza" para abordar su crisis migratoria, al tiempo que el líder derechista de Hungría dijo a los europeos que se arriesgaban a convertirse en una minoría en su propio continente.
Al declarar que la Unión Europea enfrenta un "momento decisivo", el jefe de la agencia de refugiados de la ONU, Antonio Guterres, dijo que un bloque dividido sólo beneficiaría a los contrabandistas y traficantes de personas.
Su apelación a los países de la UE para que hagan más por ayudar a los inmigrantes -muchos de ellos refugiados que huyen de la guerra civil siria- contrastó con la línea dura del primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien advirtió sobre las consecuencias de una "afluencia masiva de personas", posiblemente de decenas de millones.
Cientos de miles de personas que escapan de conflictos y la pobreza realizan peligrosos y arduos viajes por mar y tierra para dirigirse hacia los países más ricos del norte de Europa como Alemania, con la esperanza de encontrar una vida mejor.
Pero muchos inmigrantes quedan varados en el camino, incluso en Hungría, donde cientos pasaron la noche en un tren repleto de personas detenido en una estación al oeste de Budapest, negándose a dirigirse a un campamento cercano para iniciar el proceso de asilo.
Guterres dijo que la UE necesitaba ayudar más a que los inmigrantes ingresen legalmente y proveer cerca de 200.000 lugares de traslado, según una estimación preliminar, así como apoyar a países bajo presión como Grecia, Italia y Hungría.
"Ahora no tiene otra opción más que movilizar toda su fuerza en torno a esta crisis. La única forma de solucionar este problema es que la UE y todos los países miembros implementen una estrategia común, basada en la responsabilidad, la solidaridad y la confianza", indicó en un comunicado.
Más de 300.000 personas han arriesgado sus vidas este año tratando de cruzar el Mediterráneo y más de 2.600 han muerto en el intento.
Guterres dijo que la imagen de un niño sirio ahogado que fue hallado en una playa turca había inundado las páginas de las redes sociales esta semana y había "conmovido los corazones del público mundial", pero dijo que la UE hasta ahora no había logrado encontrar una respuesta colectiva común.
Aylan Kurdi, de 3 años, fue enterrado el viernes en la ciudad siria de Kobani junto a su hermano de 5 años y su madre, quienes se ahogaron en el mismo momento.
El presidente turco, Tayyip Erdogan, a través de cuyos países pasan muchos de los refugiados en su camino hacia el norte y el oeste a través de islas griegas, también apeló a los países desarrollados, principalmente en Europa, "a ser más sensibles de cara a los dramas humanos".
El llamado de Erdogan generó poca compasión en Orban, quien defendió la dura postura de su gobierno sobre la crisis.
"La realidad es que Europa está amenazada por una afluencia masiva de personas. Muchas decenas de millones de personas podrían llegar a Europa", dijo. "Ahora estamos hablando de cientos de miles pero el año próximo hablaremos de millones y no hay fin para esto", agregó.
"De pronto veremos que somos una minoría en nuestro propio continente", dijo Orban a la radio pública húngara.
La canciller alemana, Angela Merkel, ha prometido que su país no tolerará la xenofobia, pero un sondeo para el canal de televisión ARD mostró que su popularidad había bajado abruptamente por su manejo de la crisis migratoria.