La misión fue pedida por Rafael Correa a través de una carta enviada al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, para ahondar en el impacto en la democracia y el Estado de derechos.
Enviados de las Naciones Unidas iniciaron en Quito una investigación sobre las responsabilidades de la revuelta policial en Ecuador el 30 de septiembre de 2010, misión pedida por el presidente Rafael Correa.
El subsecretario general para Asuntos Políticos de la ONU, Oscar Fernández, y Elio Tamburi, integrante de la misión, se reunieron este martes con el canciller, Ricardo Patiño, y con la ministra coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, encuentros que buscar recoger información y puntos de vista de los principales actores institucionales, políticos y de la sociedad civil.
Fuentes del ministerio de Patrimonio citada por la cadena Telesur indicaron que los delegados se reunieron también con representantes de la Asamblea Nacional y de la Fiscalía.
Los enviados, que permanecerán en Ecuador hasta el viernes, mantenían este miércoles un desayuno de trabajo con equipos de distintos ministerios del país.
La misión fue pedida por Correa a través de una carta enviada al secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, para ahondar en el impacto en la democracia y el estado de derechos de lo sucedido ese 30 de septiembre y en las denuncias de intento de magnicidio.
Correa también había solicitado a la Unasur una comisión especial que revisara los acontecimientos y determinara la verdad con la mayor transparencia.
El 30 de septiembre de 2010 al menos cinco personas murieron y otras 250 resultaron heridas, sin que hasta la fecha se haya identificado a los ejecutores del intento de la revuelta policial.
Agentes policiales secuestraron al mandatario durante una visita en la que pretendía explicarles una ley rechazada por ellos, momento en el que fue agredido y luego mantenido cautivo hasta su rescate.