Tras 18 meses de juicio, López, de 44 años, fue condenado la noche del jueves a cumplir 13 años y nueve meses en prisión por incitar a la violencia.
El portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, expresó el viernes su "preocupación" por la condena de casi 14 años de cárcel dictada contra el líder opositor venezolano Leopoldo López.
Tras 18 meses de juicio, López, de 44 años, fue condenado la noche del jueves a cumplir 13 años y nueve meses en prisión por incitar a la violencia durante una ola de protestas contra el Gobierno socialista de Nicolás Maduro el año pasado que dejaron más de 40 muertos.
Su caso ha resonado con fuerza en el exterior, donde defensores de derechos humanos, líderes políticos y ex presidentes iberoamericanos han pedido su libertad, acusando a Maduro de mantener presos de conciencia.
Su defensa sostiene que el proceso contra López estuvo plagado de irregularidades, como que más del 95 por ciento de los testigos presentados por el Ministerio Público eran funcionarios del Estado.
"Observamos con gran preocupación la condena y la dura sentencia dictada a Leopoldo López. Esperaremos su publicación para analizarla con cuidado", dijo Colville.
"También estamos preocupados por el derecho de López a un juicio justo, teniendo en cuenta la información sobre las irregularidades que se produjeron durante el proceso, como la falta de pruebas en la Fiscalía, la no aceptación de los testigos de la defensa", agregó.
Junto con López, fueron enjuiciados por la misma causa cuatro jóvenes estudiantes, también acusados de incitación. Tres de ellos fueron condenados la noche del jueves a 4 y 10 años de prisión, pero recibieron medidas que les evitarán el encierro, como presentación ante un juzgado.
El otro estudiante abandonó el país antes de la sentencia.
A pesar de la presión internacional, a la que se sumaron el viernes Amnistía Internacional y la organización de derechos humanos Human Rights Watch, Maduro asegura que la justicia venezolana es independiente y que en su país no hay "presos políticos" sino "políticos presos".
Desde su detención, la figura de López creció hasta convertirse -según recientes encuestas- en el líder opositor con mayor aceptación, superando al dos veces candidato presidencial Henrique Capriles.
Al mismo tiempo, el economista graduado en Harvard se mantiene como uno de los políticos más rechazados por el oficialismo, que lo tilda de "asesino" y "terrorista" por las víctimas que dejaron las protestas del 2014, aunque el juicio que se le siguió fue por delitos de instigación y daños a la propiedad.
El 12 de febrero de 2014, López convocó a una marcha para manifestar el descontento de la oposición con el Gobierno. La concentración terminó en un choque frente a la sede del Ministerio Público en el centro de Caracas y la muerte de al menos dos personas, lo que encendió las protestas en los meses siguientes.
Aprovechando el momento, la coalición de partidos de oposición, agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), pidió al heterogéneo grupo ir unidos a las elecciones parlamentarias de fin de año para lograr el triunfo.
Según encuestas, la oposición tiene ahora su mejor posibilidad en años para arrebatarle al oficialismo la mayoría que ostenta en la Asamblea Nacional. Maduro y su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) atraviesan por una crisis de popularidad debido a una alta inflación, la recesión económica y la escasez de bienes básicos en el país.