El gobierno uruguayo ofreció recibir a niños refugiados en Jordania y tuvo el apoyo de Acnur, organismo especializado en refugio.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) apoyó la iniciativa del presidente José Mujica de recibir a niños sirios que actualmente están en el campo de refugiados Zaatari, en Jordania. Pero aclaró que “la política” del organismo es “reasentar a familias y no niños solos”. Cuando se trata de niños solos “es una excepción”, explicó la oficial regional senior de Acnur, Michelle Alfaro.
La funcionaria, que reside en Buenos Aires y que tiene experiencia en campos de refugiados de Medio Oriente, dijo a El Observador que se está en conversaciones con el gobierno uruguayo sobre las familias que llegarán desde Jordania y el número de los que vendrán que aún no fue determinado.
Acnur y el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu) realizaron este miércoles una reunión con periodistas para explicar aspectos vinculados al refugio. Alfaro comentó que si bien hay 2.8 millones de personas que huyeron de Siria por la guerra –y hoy están en países de la región como Líbano, Irak, Turquía, Jordania y Egipto– Acnur planteó a la comunidad internacional la necesidad de reasentar con urgencia a 30 mil. En ese grupo, ya seleccionado en base a una serie de variables y vulnerabilidades, están los que vendrán a Uruguay.
La intención del Poder Ejecutivo es que lleguen antes de setiembre, según lo informó el ministro Luis Almagro (Relaciones Exteriores) en el programa Entrelíneas de Canal 20.
Alfaro narró ayer a periodistas uruguayos casos dramáticos que se dan con los refugiados sirios que escaparon a países vecinos.
En varios lugares a los que llegan están en campos de refugiados formales y en otros no. No se les da permiso para trabajar, pero igual lo hacen; hay explotación sexual de mujeres y niños; se dan matrimonios infantiles que duran dos semanas y luego dejan a los niños y niñas en las calles; y además, de superadas esas situaciones, hay mujeres muertas por “crímenes de honor”, luego que sus familiares se enteran de lo que hicieron para sobrevivir.
Uruguay es el primer de América Latina que expresó interés en recibir sirios, según lo confirmó Acnur. También está el caso de Brasil que ofrece “visas humanitarias” que facilitó la llegada de unos 2.000 sirios. Alemania, por ejemplo, desarrolla un programa especial por el cual admitió a 5.000 sirios en 2013 y otro tanto, en este año.
Gabriela Cortina, coordinadora general del Sedhu, dijo que en Uruguay actualmente viven 204 refugiados y 36 personas que tramitan ese estatus. Del total de refugiados, hay 56 que fueron reasentados, es decir que estaban como refugiados en otros países y vinieron a Uruguay. En esa categoría llegarán los de Siria.
Hoy en Uruguay vive un sirio como refugiado. La mayoría de los refugiados que ahora viven en Uruguay (60%) provienen de Colombia y el segundo grupo más numeroso lo constituyen ciudadanos africanos que llegaron como pasajeros clandestinos en buques (ver página 3).
La idea
Cuando en abril trascendió la noticia de que Uruguay recibiría a niños de Siria, el canciller Luis Almagro dijo a El Observador que serían entre 50 y 70. Actualmente están en Zaatari, que es un campo de refugiados en Jordania donde viven 120.000 personas que huyeron de la guerra civil del vecino Siria.
Un porcentaje muy alto de los que viven en Zaatari son niños menores de ocho años, algunos están acompañados por su madre y otros son huérfanos, explicó Almagro.
El canciller, luego de un viaje por esa zona, le explicó la situación al presidente Mujica quien de inmediato impulsó la idea de traer a un grupo de niños al país.
Luego, desde el gobierno se aseguró que llegará un centenar que serán ubicados en la estancia de Anchorena (Colonia) o en la Escuela Martirené del INAU, en Villa Ituzaingó(San José). El presidente Mujica comentó también que con los niños vendrá “alguna maestra” para ayudarlos en su adaptación.
A fines de abril, Mujica en su audición de radio Uruguay preguntó si cómo sociedad no se podrá hacer cargo de esos niños.
¿No tendremos voluntad de recoger a algún puñado de esos guríses y ofrecerle al mundo una mano que no significa coartar la identidad o tener hijos robados del dolor, sino sencillamente una práctica familiar de la solidaridad? ¿No valdrá la pena que nuestra sociedad levante un poco la cabeza y seamos capaces de intentar siquiera socorrer en algo a los niños por ahí abandonados que están quedando como costo de una formidable guerra que al parecer está muy lejos de tener solución?”.
Desde la oposición, entre ellos el candidato de Vamos Uruguay, Pedro Bordaberry, opinó que antes de preocuparse de los niños de Siria, el presidente debería ocuparse de los niños uruguayos que viven en las periferias en muy malas condiciones.
Los responsables de proteger a los refugiados son los Estados que los reciben. Los Estados deben asegurarles condiciones para accedan a un trabajo, rebiban educación y cuidados médicos. Los costos de traerlos también corre por cuenta de los Estados.
Para eso Mujica quiere pedirle un avión a Brasil lo que además involucrará a ese país en el tema. Mujica espera que el gesto solidario de Uruguay sea seguido por otras naciones.