La oposición nicaragüense, que ya llevaba meses maniobrando en este sentido, ha decidido lanzar la Coalición Nacional justo cuando se cumplen 30 años del triunfo electoral de Violeta Barrios de Chamorro, que derrotó a Ortega en las urnas tras su primer Gobierno (1985-1990).
Managua. Diversas organizaciones de la oposición nicaragüense se han unido en la Coalición Nacional para competir contra el Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN) en las elecciones presidenciales de 2021.
Los principales promotores son la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), dos plataformas opositoras surgidas de las protestas antigubernamentales de 2018.
También figuran el Partido Restauración Democrática (PRD), el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), la Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN) y el Movimiento Campesino. Los estudiantes, que iniciaron las manifestaciones contra Ortega, aún sopesan sumarse, según informa 'La Prensa'.
La oposición nicaragüense, que ya llevaba meses maniobrando en este sentido, ha decidido lanzar la Coalición Nacional justo cuando se cumplen 30 años del triunfo electoral de Violeta Barrios de Chamorro, que derrotó a Ortega en las urnas tras su primer Gobierno (1985-1990).
"Quienes aquí firmamos (...) conformamos una mesa multilateral que nos permita construir con reglas claras, justas y transparentes un diseño de la Coalición Nacional, inspirados en el triunfo logrado aquel 25 de febrero de 1990", han anunciado.
Además, han prometido poner "todo el empeño para buscar a la ciudadanía y a las organizaciones que faltan para unir esfuerzos" con miras a lograr una Coalición Nacional "plural, incluyente y participativa con representación democrática, justa y ponderada de todos donde cada nicaragüense que lucha contra la dictadura tiene un espacio".
La Coalición Nacional ha subrayado que nace con el propósito de "provocar el nuevo y definitivo nacimiento de la democracia, para el bien de todos los nicaragüenses, así como el bienestar de las futuras generaciones".
Ortega vivió en abril de 2018 uno de sus mayores desafíos en sus quince años de Gobierno por unas protestas que comenzaron por una polémica reforma de la seguridad social y crecieron hasta reclamar la "democratización" del país.
Más de 300 personas murieron por la represión de las fuerzas policiales y paramilitares, según el balance de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuyos expertos han recomendado procesar a Ortega por delitos de lesa humanidad.
Ortega emprendió un diálogo nacional que permitió liberad a decenas de presos políticos pero acabó rompiéndose porque las partes se acusaron mutuamente de incumplir los primeros acuerdos. Desde entonces, la situación política está en un punto muerto del que podría salir con las elecciones presidenciales de 2021.