El cambio de estrategia de la oposición se produce después de más de dos años de una campaña para buscar sacar del poder al presidente Nicolás Maduro a través de la presión internacional y los llamamientos al ejército venezolano para cambiar de actitud, lo que no ha tenido éxito.
Representantes de los principales partidos de la oposición de Venezuela anunciaron este martes que participarán en las elecciones regionales del 21 de noviembre, en su primera concurrencia a las urnas desde 2017, porque consideran urgente encontrar soluciones a los padecimientos de la población.
El cambio de estrategia de la oposición se produce después de más de dos años de una campaña para buscar sacar del poder al presidente Nicolás Maduro a través de la presión internacional y los llamamientos al ejército venezolano para cambiar de actitud, lo que no ha tenido éxito. La oposición y aliados como Estados Unidos etiquetan a Maduro como un dictador que manipuló su reelección de 2018.
Esa frustración ha llevado a muchos políticos de la oposición a clamar para que Juan Guaidó, un legislador de la oposición elegido en 2015 y luego reconocido por Washington como líder legítimo del país, cambie de táctica, debido a que las sanciones de Estados Unidos se han sumado a los problemas económicos que ya tenía la nación miembro de la OPEP.
"Para aquellos que creen que la solución no es electoral (...) entonces ¿qué cosa es?", dijo Henry Ramos Allup, líder del partido socialdemócrata de oposición, Acción Democrática (AD).
Más temprano, Freddy Guevara, dirigente del partido Voluntad Popular, normalmente de línea dura, pidió la "convivencia" con Maduro en lugar de intentar forzar un cambio.
Maduro aplaudió el anuncio de los opositores y dijo que se sentaría el día de la elección en su butaca con palomitas de maíz a ver a Guaidó votar.
"Hemos traído al campo electoral a toda la oposición venezolana (...) Pido un aplauso porque es digno el gesto político", agregó el mandatario venezolano en un acto transmitido por la televisión estatal. "Me voy a sentar en mi butaca con el televisor prendido a ver a Juan Guaidó votando el 21 de noviembre", agregó.
En un comunicado leído ante los portavoces opositores, la denominada Plataforma Unitaria de Venezuela, dijo que reconocía que las elecciones no serían "justas ni convencionales", argumentando que el gobierno de Maduro había impuesto "obstáculos" a la libre manifestación electoral.
"Sin embargo, entendemos que serán un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía e impulsar la verdadera solución a la grave crisis de nuestro país: unas elecciones presidenciales y legislativas libres", agregó.
El anuncio se produce mientras representantes del gobierno de Maduro y la oposición se preparan para una ronda de negociaciones, del 3 al 6 de septiembre en México, destinadas a resolver la profunda crisis política del país sudamericano.
Guaidó dijo que el diálogo bajo la mediación de Noruega busca lograr unos comicios justos y un cronograma electoral, entre otros asuntos.
"Maduro: ponte serio. Todos sabemos que hoy no hay condiciones ni garantías para una elección libre y justa. Tanto, que estás sentado como contraparte en un proceso de negociación internacional", escribió el opositor en su cuenta de Twitter.