La mayoría de los recientes sondeos coinciden en el avance de la oposición y en que las elecciones del 6 de diciembre reflejarán el descontento de una población agobiada.
Caracas. Los venezolanos votarán el domingo para renovar su parlamento, en unas elecciones donde por primera vez la oposición llega como favorita para destronar el control que ha tenido el oficialismo durante 16 años en la Asamblea Nacional.
Dependiendo de la magnitud de su victoria, la oposición tendría margen de maniobra para cambiar leyes orgánicas, vetar ministros y, entre otros, modificar la constitución de los poderes públicos, atribuciones que están hoy en manos de los partidarios del presidente Nicolás Maduro.
La mayoría de los recientes sondeos coinciden en el avance de la oposición y en que las elecciones del 6 de diciembre reflejarán el descontento de una población agobiada, sin distingo, por una crisis económica expresada en la inflación más alta de América, recesión y escasez de bienes básicos.
Y, a pesar de que muchos analistas sostienen que lo único que queda por definir el domingo es por qué margen perderá el "chavismo", en la oposición prefieren guardar mesura y recordar que de la última veintena de elecciones, sólo ganaron una.
"Vamos a obtener una mayoría sólida", dijo esta semana Henry Ramos, secretario general del partido Acción Democrática (AD) y candidato a la Asamblea Nacional, evitando responder si la oposición esperaba ganar la mayoría calificada.
A pesar del entusiasmo opositor, los más incrédulos creen que el ventajismo del Gobierno puede darle réditos a sus candidatos y la reciente remontada en los niveles de popularidad de Maduro podría atestiguarlo: según un sondeo de la firma local Datanálisis, la aprobación del mandatario llegó al 32,3 por ciento en noviembre, un sorprendente avance de 11 puntos en un mes.
El propio Maduro ha expresado seguridad en el triunfo de los candidatos de su Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y ha dicho que ganarán "como sea".
"Ellos ganan en las encuestas, nosotros ganamos las elecciones. Ellos han ganado las encuestas estos 16 años, sigan ganando. Aquí hay que ganar con votos", desafió.
Los ojos del mundo seguirán de cerca los comicios donde están habilitados para votar 19,5 millones de venezolanos porque, de triunfar la oposición, sería la primera vez que la "revolución" socialista iniciada en 1999 por el fallecido Hugo Chávez, tendría un contrapeso.
Pero analistas han ido más allá al asegurar que un triunfo opositor marcaría un punto de inflexión que podría abrir un nuevo balance de fuerzas con una oposición vigorizada.
"Mucho dependerá de si la oposición puede obtener una mayoría calificada, lo que también le permitiría modificar leyes orgánicas", dijo la firma Eurasia en una nota a clientes.
"El Gobierno, que controla la mayoría de las instituciones del Estado, creará obstáculos para ello, lo que resulta en un empeoramiento de la dinámica política y, a su vez, impide cualquier corrección sobre la política económica", agregó.
Algunos hasta creen que, de ganar por un amplio margen, una oposición envalentonada apostaría por un referéndum revocatorio contra Maduro, constitucionalmente permitido a partir de abril de 2016, a la mitad de su período de seis años.
Con una mayoría simple, la oposición podrá aprobar el presupuesto nacional y créditos adicionales, investigar e interpelar a funcionarios públicos, introducir enmiendas a la Constitución y, entre otras cosas, aprobar una Ley de Amnistía que buscará liberar a quienes consideran "presos políticos".
Con la mayoría calificada de más de 100 diputados, sin embargo, el panorama mejoraría para la oposición al poder sancionar leyes habilitantes que dan poderes especiales para gobernar y emitir su voto de censura contra el vicepresidente y los ministros.
Con dos tercios de los escaños, la bancada opositora podría promulgar o modificar leyes orgánicas, convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, someter a referendo los tratados o convenios internacionales y nombrar o remover a miembros de los otros poderes públicos, pero con autorización del máximo tribunal del país, que está en manos del oficialismo.
"Tenemos que ver el 6 de diciembre como el punto de partida para el cambio que vendrá en Venezuela", dijo el líder de la oposición y dos veces candidato presidencial Henrique Capriles. "Esto tiene que cambiar".