Centenares de partidarios de Salvador Nasralla, líder de la coalición opositora, tomaron las calles desde la noche del domingo, después de que el Tribunal Supremo Electoral diera el triunfo oficial a Juan Orlando Hernández con el 43% de los votos.
Tegucigalpa. Opositores hondureños se enfrentaban este lunes a las fuerzas de seguridad, horas después de que se declarara oficialmente la victoria del presidente Juan Orlando Hernández en las elecciones del 26 de noviembre, en medio de las denuncias de fraude de sus rivales y críticas de la OEA.
Militares y agentes lanzaban bombas lacrimógenas para despejar las improvisadas barricadas con contenedores de basura, neumáticos ardiendo y piedras con las que bloquearon varios accesos a la capital y otras carreteras importantes del país, según testigos de Reuters y medios locales.
La Policía y el Ejército están actuando y han restablecido el paso en varios sitios en Tegucigalpa donde manifestantes habían colocado barricadas y estas operaciones se replican en otras zonas del país", dijo a medios locales el portavoz del ministerio de Seguridad subcomisionado Jair Meza.
Centenares de partidarios de Salvador Nasralla, líder de la coalición opositora de centroizquierda Alianza Contra la Dictadura, tomaron las calles desde la noche del domingo, después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) diera el triunfo oficial a Hernández con el 43% de los votos.
Nasralla, un popular presentador de televisión y comentarista deportivo, ha denunciado fraude en los comicios, mientras que la Organización de Estados Americanos (OEA) recomendó repetir el proceso electoral para salir de la peor crisis en el país en una década.
"No vamos a dejar de protestar. No vamos a dejar que le roben las elecciones a Salvador Nasralla y que se quede en el poder Juan Orlando Hernández", dijo Antonio Tejada, de 30 años, con el rostro cubierto con un pañuelo rojo en una zona céntrica de Tegucigalpa, donde policías militares despejaban la calle.
Los choques eran más intensos en San Pedro Sula, principal centro industrial unos 165 kilómetros al norte de la capital, donde los manifestantes incendiaron parcialmente el Palacio de Justicia y una sucursal bancaria.
Los bloqueos se extendían a la ciudad portuaria de Cortés, núcleo clave para las exportaciones de la empobrecida nación centroamericana, y algunas carreteras del litoral Atlántico cerca de las ciudades de La Ceiba, Tocoa y Trujillo, dijo una fuente policial.
Los disturbios se producen tras semanas de inestabilidad y protestas que han dejado más de 20 muertos tras la victoria de Hernández por un margen de 1,53 puntos porcentuales que llevó a la oposición a exigir un recuento voto por voto.
El depuesto expresidente Manuel Zelaya, aliado de Nasralla y número dos de la Alianza, pidió a sus seguidores mantener la protesta en las calles y se mostró dispuesto a acudir a nuevas elecciones, pese a que el Gobierno asegura que los comicios fueron limpios.
"Tenemos que defender el triunfo de Salvador en las calles, es la única manera que podemos hacer que acepten la voluntad popular. Se debe mantener la movilización en los 18 departamentos del país", dijo Zelaya.