Según la medición efectuada por Prodatos para Prensa Libre, Pérez Molina obtuvo 58,5% de simpatía en votos válidos -sin incluir sufragios nulos y en blanco-, mientras que su Baldizón está 17 puntos abajo con un 41,5% de la intención de voto.
En la octava y última Encuesta Libre, Otto Pérez Molina, candidato del Partido Patriota (PP), queda a la cabeza de la preferencia de los entrevistados en la intención de voto, a tres días de la segunda vuelta electoral en Guatemala.
Según la medición efectuada por Prodatos para Prensa Libre, Pérez Molina obtuvo 58,5% de simpatía en votos válidos -sin incluir sufragios nulos y en blanco-, mientras que Manuel Baldizón, presidenciable de Libertad Democrática Renovada (Líder), tiene 41,5%, es decir, 17 puntos de diferencia.
Esas cifras significan que la tendencia que ambos traían -Pérez Molina, en descenso leve, y Baldizón, con un ascenso marcado- se revirtieron en el último estudio de campo realizado del 26 al 30 de octubre último.
En cuanto al voto emitido -que toma en cuenta las papeletas en blanco y nulas-, el presidenciable del PP tiene el 54,6% de las preferencias, y Baldizón, 38,7%, mientras los votos en blanco y nulos, 6,7%, lo cual significa 4,7% menos de indecisos que el estudio anterior.
La Encuesta Libre resulta coherente con el comportamiento del voto desde que se inició la campaña electoral, debido a que Pérez Molina siempre estuvo al frente en la preferencia, aunque haya bajado por momentos, dice el politólogo Luis Fernando Mack.
“Pese al crecimiento inesperado del segundo lugar, Líder y su presidenciable Manuel Baldizón, me parece que las mismas características de su ascenso son sus mismas limitantes: que se identifique como la opción B del partido oficial, y por lo tanto el voto de castigo a la UNE -Unidad Nacional de la Esperanza- representaría su mayor debilidad”, explica.
Mack afirma que la ventaja del candidato del PP la obtuvo al resaltar la seguridad como principal promesa, y que si bien ha sido atacado por su pasado militar, “es su experiencia y trayectoria la que le permite ser considerado una opción confiable para resolver dicho problema”.
“Por el contrario, a Baldizón le toca pagar el precio de haber cambiado el mensaje central de su campaña: empezó con algo similar al del PP, en la propuesta de mano dura, luego coqueteó con los electores favorables a los programas sociales, para ubicarse por último en una propuesta netamente populista como el bono 15”, expone.
Razón de tendencias. Según el analista político de la Universidad Rafael Landívar Renzo Rosal, el cambio en la tendencia de último momento fue influido por la organización partidaria del PP y algunos problemas operativos de Líder.
“La conquista de dirigentes locales o las alianzas con varios partidos tienen sentido si generan adhesivos con más votantes. Pérez necesitaba repuntar para marcar distancia y evitar un resultado cerrado. Pudo manejar mejor las campañas para consolidar donde está bien posicionado y mejor donde Baldizón y sus aliados tenían ventaja”, expresa Rosal.
En el otro caso refiere: “El candidato de Líder tuvo que afrontar problemas por tener un partido en formación, sin operadores territoriales propios y depende de otros, donde no se garantiza que los mensajes y la proyección lleguen verdaderamente”.
Mack indica que las tendencias de alza y decrecimiento de los candidatos pudieron haber obedecido a muchos factores, pero en este caso es una “reacción natural” a la que los electores pueden identificar como un “peligro”.
Foro les afectó. El foro de la Asociación de Gerentes de Guatemala, efectuado el 17 de octubre último, pasó a la historia del proceso electoral como uno de los menos productivos, aunque según los analistas, sí tuvo influencia en la preferencia del electorado.
De acuerdo con los expertos, el enfrentamiento de los políticos solo tuvo impacto en el área urbana o tuvo poco impacto en la mente de los electores.
A criterio de Rosal, “la mediocridad del foro fue de los dos candidatos; ninguno resultó ganador, por lo que la intención, en caso de resultar afectada, fue para los dos”.
Mack expone: “A estas alturas ya casi todos sabemos las fortalezas y debilidades de cada uno de los candidatos. Además, en términos propositivos ambos salieron reprobados”.
Factor alianzas. También se considera que las alianzas no dieron el resultado que los candidatos esperaban.
“La alianza generada con una variedad de partidos no ha sido suficiente, ya que se vuelve a constatar que los votos no son endosables. La relación con la UNE no ha generado el apoyo necesario, debido al desmembramiento de una parte del partido oficial, así como del hecho de que los liderazgos en el ámbito departamental y municipal de ese partido tienen una variedad de motivaciones para mantenerse activos en la vida política”, afirma Rosal.
Según Mack, la cruzada nacional de Baldizón despertó“mucho desconcierto” en los simpatizantes de los partidos que hicieron la alianza. “Por ejemplo, el llamado explícito de Jairo Flores, como secretario general de la UNE, a votar por Baldizón, me parece que es contraproducente”, asegura.
