Estados Unidos ha estado tratando de convencer en secreto a Pakistán de que le permita remover el uranio por temor a que el material nuclear pueda ser robado o desviado para ser usado en un dispositivo atómico.
Islamabad. Pakistán defendió este lunes su decisión de negar a Estados Unidos acceso a su reactor de investigación nuclear, después de la filtración de cables diplomáticos que revelaron el intento de Washington de remover uranio enriquecido de la instalación.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Abdul Basit, dijo a Reuters que el reactor atómico en cuestión fue provisto por Estados Unidos en la década de 1960. Los estadounidenses, dijo, querían el combustible porque consideraban que era de su propiedad.
"Dijimos que no porque ahora es de nuestra propiedad y no lo regresaremos", sostuvo Basit. "Esto sólo muestra que Pakistán es muy sensible sobre su programa nuclear y no permitiría ninguna intrusión extranjera directa o indirectamente", agregó.
Estados Unidos ha estado tratando de convencer en secreto a Pakistán de que le permita remover el uranio por temor a que el material nuclear pueda ser robado o desviado para ser usado en un dispositivo atómico, reportó el New York Times en su cobertura de la divulgación de Wikileaks sobre cables diplomáticos estadounidenses.
Pero Pakistán se rehusó a las visitas de expertos estadounidenses, de acuerdo a un reporte de mayo del 2005 de la ex embajadora Anne W. Patterson, debido a que "si la prensa local supiera de la remoción de este combustible, ellos ciertamente considerarían que Estados Unidos está tomando las armas atómicas de Pakistán", dijo un funcionario pakistaní.
El programa nuclear de Pakistán ha estado bajo sospecha desde el 2004, en parte debido a las actividades de contrabando ilegal de material atómico hacia Irán, Corea del Norte y Libia, lideradas por el científico Abdul Qadeer Khan.
La revelación es parte de una masiva divulgación de más de 250.000 cables diplomáticos de la organización WikiLeaks que fue entregada a cinco importantes medios escritos: el New York Times, The Guardian de Gran Bretaña, Le Monde de Francia, la revista alemana Der Spiegel y el diario español El País.
Los cables ofrecieron visiones francas y a veces críticas de líderes extranjeros, además de información clasificada sobre terrorismo y proliferación nuclear escrita por diplomáticos estadounidenses, de acuerdo al New York Times.
Unos 220 cables fueron publicados por WikiLeaks en una página especial de internet: http://cablegate.wikileaks.org