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Papa en México: "Beneficio de pocos lleva a violencia, narcotráfico y exclusión"
Sábado, Febrero 13, 2016 - 15:38

La corrupción ha propiciado la impunidad en México, en donde 120,000 personas han muerto por la violencia del narcotráfico en casi una década y más de 26,000 están desaparecidos.

Ciudad de México. El Papa Francisco advirtió en México que los privilegios y el beneficio de unos pocos llevan a las sociedades a la corrupción, el narcotráfico y la violencia, algunos de los males que castigan al país latinoamericano, donde millones de fieles esperan un mensaje de aliento del líder de la Iglesia Católica.

La corrupción es un flagelo que México sufre a distintos niveles de la sociedad, desde los sobornos que cobran prestadores de servicios a los usuarios hasta millonarios desvíos de fondos protagonizados por algunos ex gobernadores. La nación ocupa el lugar 95 de una lista de 168 países en el índice de percepción de corrupción, según Transparencia Internacional.

Incluso el presidente Enrique Peña Nieto, su esposa y el ministro de Hacienda han sido señalados de posibles conflictos de intereses en la compra de inmuebles. Aunque ellos han negado los señalamientos, los casos golpearon la imagen del Gobierno.

"La experiencia nos demuestra que cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión de las culturas diferentes, la violencia", dijo el Papa en un discurso en el Palacio Nacional, sede del Gobierno.

La corrupción ha propiciado la impunidad en México, en donde 120,000 personas han muerto por la violencia del narcotráfico en casi una década y más de 26,000 están desaparecidos.

"A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino", agregó Francisco frente a Peña Nieto y la plana mayor de líderes políticos, de la sociedad civil y diplomáticos.

El sumo pontífice llegó el viernes al país para una visita de cinco días donde oficiará multitudinarias misas en lugares con alta criminalidad como el sobrepoblado municipio de Ecatepec o extremadamente pobres como Chiapas, donde gran parte de la población es indígena.

También llevará su mensaje de paz a Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, que años atrás fue considerada la más violenta del mundo y es punto de tránsito continuo de inmigrantes que persiguen el sueño americano.

Desde muy temprano, una multitud de personas aguardaba en el Zócalo, la plaza central que es el corazón de la Ciudad de México, su llegada al Palacio Nacional.

"El país necesita su bendición. Vamos muy mal con tantos políticos corruptos, desempleo, el narco y todos lo saben. Espero que el Santo Padre pueda fortalecer nuestra fe", dijo Juanita López, una empleada doméstica de 58 años que caminaba con un rosario en la mano junto a otros 15 miembros de su parroquia , cerca del Zócalo.

México es el país con mayor porcentaje de católicos del mundo.

Luego del encuentro en el Palacio Nacional, el Papa recorrió parte de la plaza saludando en el papamóvil a miles de fervientes seguidores, antes de acudir a un encuentro con obispos en la catedral colonial, ubicada a metros del Palacio Nacional y del Templo Mayor erigido por los aztecas.

Pero el plato fuerte para los feligreses de México, donde 93 millones de personas se consideran católicos, será una misa en la Basílica de la Virgen de Guadalupe, patrona del país, donde cada 12 de diciembre acuden a venerarla cerca de cinco millones de personas, una de las mayores peregrinaciones del mundo.

El Papa dijo que, antes de la misa, querrá estar unos momentos a solas delante de la imagen de la Virgen, que para él es un refugio frente al miedo.

"'No tengas miedo'. Es lo que más me dice ella", dijo Francisco en una reciente entrevista con la agencia Notimex, refiriéndose a su sentimiento por la Virgen.

El domingo celebrará una misa en Ecatepec, el segundo municipio más poblado del país y que sufre altos niveles de criminalidad, en una ceremonia que convocará a cerca de 300,000 fieles. Posteriormente, volverá a la Ciudad de México para visitar un hospital de niños.

El lunes viajará al sureño estado de Chiapas, el más pobre del país, el martes se reunirá con clérigos en la ciudad colonial de Morelia y el miércoles visitará a reos y hablará a los inmigrantes en Ciudad Juárez.

Aún está abierta la puerta para que el Papa pueda reunirse con familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre del 2014 en uno de los casos más emblemáticos de la crisis de derechos humanos que vive el país tras cerca de una década de combate a los cárteles del narcotráfico.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo la noche del viernes en conferencia de prensa en la Ciudad de México tras la llegada del Papa que no está prevista por ahora la reunión con los padres.

"Necesitamos hablar con él, necesitamos esa fortaleza que él nos pueda dar con la palabra de Dios para salir adelante (...) Nuestra alma necesita de esa fortaleza", dijo a Reuters Hilda Hernández, mamá de César González, uno de los 43 jóvenes.

Los estudiantes fueron detenidos por policías municipales y entregados a sicarios del crimen organizado sin que hasta ahora se sepa qué pasó con ellos. Su desaparición causó una oleada de indignación dentro y fuera del país.

Más de 120,000 personas han sido asesinadas desde 2007 en medio del combate a los cárteles de la droga y al menos 26,000 están desaparecidas.

Autores

Reuters