Francisco arribó a la isla un día después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara medidas para flexibilizar el comercio, los viajes y la inversión con Cuba, en un esfuerzo por moderar el embargo económico sobre la isla.
La Habana. El Papa Francisco pidió el sábado a Cuba y Estados Unidos que avancen en su reconciliación para dar un ejemplo al mundo de acercamiento tras medio siglo de enemistad, en su primer mensaje al llegar a La Habana para una histórica visita.
Francisco arribó a la isla un día después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, anunciara medidas para flexibilizar el comercio, los viajes y la inversión con Cuba, en un esfuerzo por moderar el embargo económico sobre la isla.
El Sumo Pontífice, que jugó un papel clave en el proceso de acercamiento de los enemigos de la Guerra Fría, fue recibido por el presidente cubano Raúl Castro. Los dos se estrecharon en un caluroso saludo entre vítores de los presentes.
"Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar a favor de la paz y el bienestar de sus pueblos (...) y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero", dijo el Papa en el aeropuerto de la capital cubana en su discurso de bienvenida.
Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos reabrieron sus respectivas embajadas en Washington y La Habana entre julio y agosto tras décadas de haber roto relaciones a raíz de la revolución izquierdista liderada por Fidel Castro en 1959.
Castro y Obama se habían dado la mano durante la Cumbre de las Américas, un momento histórico para los dos países. Más tarde, Washington retiró a Cuba de una lista de naciones que auspician el terrorismo, un viejo reclamo del Gobierno cubano.
Pero el embargo económico, que depende en última instancia del Congreso norteamericano, hoy controlado por el opositor Partido Republicano, es para Cuba la mayor asignatura pendiente.
Castro agradeció al Papa su mediación para restablecer relaciones y reiteró que el proceso debe completarse con el levantamiento del embargo que castiga a la isla desde hace más de medio siglo y al que culpa por los males de la economía.
"El restablecimiento de relaciones diplomáticas ha sido un primer paso en el proceso hacia la normalización de los vínculos entre ambos países que requerirá resolver problemas y reparar injusticias", dijo Castro ante el Papa en el aeropuerto.
Visiblemente cansado tras el viaje, Francisco recorrió las calles de La Habana a bordo del papamóvil. La brisa caribeña le arrebató su solideo, pero no dejó de saludar a miles de cubanos que festejaban su paso agitando banderas amarillas y blancas del Vaticano hasta su llegada a la Nunciatura.
Muchos fieles esperan que Francisco pugne por un mayor respeto a los derechos humanos en la isla, de Gobierno unipartidista y que ha sido dirigido por los hermanos Castro desde 1959.
"Espero cambios económicos para mi país (...) mayor libertad de culto y religión, que se respeten más los derechos humanos de todas las ideologías", dijo Sandro García, de 39 años, quien esperaba la llegada del Papa en la Nunciatura junto a un grupo que coreaba el Padre Nuestro al ritmo de son.
El dirigente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, el disidente Elizardo Sánchez, denunció el sábado que decenas de opositores fueron encarcelados en los últimos días para que no lleguen hasta el Papa, incluida la líder de las Damas de Blanco en la provincia de Matanzas, Leticia Ramos.