El mandatario Alberto Fernández, que asumió el cargo el mes pasado, sostuvo un encuentro privado con el Pontífice de unos 45 minutos en la biblioteca papal. Fernández comparte con el líder de la Iglesia Católica muchas de sus ideas sobre justicia social.

Ciudad del Vaticano. El Papa Francisco se reunió este viernes con el presidente argentino, Alberto Fernández, y le pidió que sea un "mensajero de la paz" en su patria común, que está afectada por una alta inflación, temores de una crisis de deuda y un aumento de la pobreza.

Fernández, que asumió el cargo el mes pasado, sostuvo un encuentro privado con el Pontífice de unos 45 minutos en la biblioteca papal, que Francisco utiliza para actividades oficiales.

"Esto es lo que quiero para ustedes: que sean mensajeros de la paz", dijo el Papa al mandatario argentino y a su pareja, Fabiola Yáñez, al cierre de su encuentro.

Fernández comparte con el líder de la Iglesia Católica muchas de sus ideas sobre justicia social y citó al Pontífice continuamente en su discurso inaugural en diciembre.

El político de centroizquierda de 60 años ha prometido superar las divisiones sociales y desplegar un sistema de créditos blandos con tasas bajas para impulsar la demanda interna y aumentar el gasto y acabar con el hambre y la pobreza.

"El Papa nos está ayudando mucho y lo aprecio porque es un argentino preocupado por su tierra natal", dijo Fernández a periodistas. "El Papa hará todo lo que pueda para ayudarnos".

El gobierno ha dicho que debe reestructurar una deuda soberana de US$100.000 millones con sus acreedores, incluido al Fondo Monetario Internacional, en medio de una fuerte recesión e inflación de más del 50% en la tercera mayor economía de América Latinoamérica.

El miércoles, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, y el ministro de Economía argentino, Martin Guzmán, tienen prevista una reunión sobre la deuda al margen de una conferencia en el Vaticano.

Francisco no ha visitado Argentina, su país natal, desde que se convirtió en el primer Papa latinoamericano en 2013 y se esperaba que Fernández renovara una invitación permanente para que el pontífice viaje a su tierra.

Quizás como un empujón nostálgico para instar al Papa a regresar, Fernández le regaló dos libros fotográficos sobre los más famosos cafés de Buenos Aires.