La Santa Sede identificó a los dos sacerdotes removidos como Francisco José Cox, arzobispo emérito de La Serena, y Marco Antonio Órdenes, arzobispo emérito de Iquique.
Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco decidió apartar del sacerdocio a dos obispos chilenos vinculados a una extensa crisis por abusos sexuales cometidos por miembros del clero en el país, dijo este sábado el Vaticano.
La Santa Sede identificó a los dos sacerdotes removidos como Francisco José Cox Huneeus, de 84 años y arzobispo emérito de La Serena, y Marco Antonio Órdenes Fernández, de 53 años y arzobispo emérito de Iquique.
Un comunicado del Vaticano señaló que la decisión del Papa era inapelable y definitiva. Se refirió a una parte del derecho canónico -las normas que regulan a la Iglesia Católica- relacionada con delitos de abuso sexual contra menores.
La remoción del sacerdocio, oficialmente llamada dimisión del estado clerical, implica que la persona ya no es un cura. Es el castigo más duro que la Iglesia católica puede aplicar a un miembro del clero y una medida pocas veces tomada contra obispos.
El anuncio del Vaticano se produjo poco después de que el Papa sostuviera un encuentro en la Santa Sede con el presidente de Chile, Sebastián Piñera, en la que debatieron sobre la extensa crisis de abusos sexuales en el país.
"Compartimos la esperanza de que la Iglesia pueda experimentar un renacimiento y recuperar el afecto, la cercanía con el pueblo de Dios y que pueda continuar desempeñando el importante papel que la Iglesia desempeña en nuestro país", dijo Piñera a periodistas tras el encuentro.
El mes pasado, Francisco removió al sacerdote Fernando Karadima, un cura de 88 años que abusó sexualmente de jóvenes durante años y que es el foco de un escándalo más amplio que se encuentra bajo investigación.
Chile ha sido golpeado por una de las peores crisis de abuso sexual en la Iglesia, lo que llevó a los 34 obispos del país a presentar su renuncia al Papa en mayo. Hasta ahora, Francisco ha aceptado siete.
Cox y Órdenes no se encontraban entre los 34 porque, aunque todavía tenían el rango clerical de obispo antes del sábado, ya no estaban al frente de sus diócesis. Ninguno de los dos pudo ser contactado de inmediato para realizar comentarios.
Las denuncias contra diversos miembros clericales llevaron este año al Papa a abrir la investigación que ha generado la salida de obispos y otros sacerdotes acusados de realizar o encubrir abusos contra menores.
La Fiscalía chilena también ha lanzado una fuerte ofensiva y ha triplicado las investigaciones. Actualmente estudia más de un centenar de denuncias de abusos sexuales o encubrimientos que involucran a 167 miembros de la Iglesia, entre ellos el cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago.