"Voy a hablar con (el líder de la oposición Antonis) Samaras para examinar los próximos pasos sobre la base de un amplio consenso", añadió Papandreu.
Atenas. El primer ministro griego, Georgios Papandreu, dijo este jueves en un discurso ante los miembros del Partido Socialista en el Parlamento para solicitar un voto de confianza, que si cae su gobierno sería una situación catastrófica, mientras que las otras opciones son la convocatoria a un referéndum sobre el programa de emergencia al país y un amplio consenso con la oposición sobre ese asunto.
"Teníamos tres alternativas: la primera, catastrófica, era convocar elecciones anticipadas (....), la otra alternativa era el referéndum (...) y la tercera solución era alcanzar un consenso más amplio", dijo Papandreu.
"Aparte el tono y el contenido de nuestros socios (de la eurozona) ... cuando nos dijeron cómo llevar a cabo nuestro referéndum, dejamos claro que se trataba de una decisión de un gobierno soberano. Podemos estar bajo supervisión económica, pero las instituciones democráticas son nuestras", agregó.
"¿Por qué el referéndum creó sorpresa? Otro miembros del gobierno y yo mismo hemos dicho que lo que estaba en juego era nuestra pertenencia al euro. Cuando decíamos esto, nos llamaban chantajistas. Ayer hubo una confirmación de todo lo que veníamos diciendo".
Diálogo. Antes, en un discurso a su gabinete, Papandreou dijo que asignaría la tarea de las conversaciones con la oposición a dos altos miembros del partido y elogió su apoyo al acuerdo de rescate financiero.
Si la oposición decide respaldar el acuerdo en el parlamento, no tendríamos que celebrar un referéndum, agregó.
"Voy a estar feliz incluso si no vamos a un referéndum, que nunca fue un fin en sí mismo. Me alegro de que toda esta discusión al menos haya traído a mucha gente de nuevo a sus cabales", dijo en el texto de su discurso entregado a los medios.
"Voy a hablar con (el líder de la oposición Antonis) Samaras para examinar los próximos pasos sobre la base de un amplio consenso", añadió.
Papandreou reiteró que la pertenencia de Grecia de la zona euro no estaba en cuestión y que el camino a elecciones inmediatas supondría un gran riesgo de bancarrota para el país.