La medida, a aplicarse en dos departamentos del norte del país, será por un lapso de 60 días, aunque todavía debe ser estudiada por los diputados. Esta suspende algunas garantías constitucionales y autoriza a las fuerzas armadas a apoyar a la policía en la búsqueda del EPP.
Asunción. El Senado paraguayo aprobó este lunes un proyecto que declara estado de excepción en dos departamentos del norte del país, días después de que una nueva incursión del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) dejara dos policías muertos y sembrara el terror en la zona.
La declaración por un lapso de 60 días y que todavía debe ser estudiada por los diputados, suspende algunas garantías constitucionales y autoriza a las fuerzas armadas a apoyar a la policía en la búsqueda del EPP, un grupo armado de extrema izquierda responsable de secuestros y asesinatos.
La Cámara de Diputados tiene previsto estudiar el proyecto la mañana de este martes.
El gobierno dijo que no consideraba necesaria la medida, similar a una decretada en abril del 2010, pero que respetaría la decisión del Congreso que autoriza al presidente Fernando Lugo a ordenar por decreto la detención de personas y su traslado de un punto a otro del territorio.
La decisión ocurre días después de un ataque con explosivos a una pequeña comisaría del departamento Concepción, situada a unos 500 kilómetros al norte de Asunción, que dejó dos policías muertos y llevó a los pobladores de la zona a manifestarse en las calles pidiendo seguridad.
El estado de excepción regirá para Concepción y el vecino departamento San Pedro.
"El Congreso está dando respuesta a los pobladores de estos lugares que manifiestan que se encuentran en un estado de absoluta indefensión", dijo la senadora opositora Ana María Mendoza, del partido centroderechista Patria Querida, durante la sesión.
La declaración aumenta la presión sobre el gobierno de Lugo, que ha intentado sin éxito desarticular la banda en los últimos dos años. El estado de excepción decretado en abril del 2010, que dio lugar a un operativo de seguridad sin precedentes en el país, concluyó sin la captura de los líderes del EPP.
"Hay que pensar muy bien porque ya se probó en ocasiones anteriores (...) y no hay muy buena experiencia del tema operativo entre policías y militares", dijo el ministro del Interior, Carlos Filizzola.
Miembros del EPP son acusados de al menos cuatro secuestros en Paraguay, uno de ellos de la hija del ex presidente Raúl Cubas que fue asesinado en cautiverio en el 2004, además de ataques a puestos policiales, militares y otros asesinatos en la última década.
El grupo se mueve en una zona donde coexisten grandes establecimientos ganaderos y cultivos ilícitos de marihuana en la frontera con Bolivia y Brasil y aspira a convertirse en una guerrilla. Muchos de sus miembros fueron entrenados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
