Hasta un millón de personas se esperan en las calles de París para la llamada "marcha republicana" contra el terrorismo.
París se convierte este domingo en la capital del mundo con una manifestación histórica, que se prevé masiva, en respuesta a la ola inédita de atentados yihadistas en los que han muerto esta semana 17 personas y han dejado traumatizada a Francia.
Hasta un millón de personas se esperan en las calles de París para la llamada "marcha republicana" contra el terrorismo y por la tolerancia, que comienza a las 15.00 hora local (14.00 GMT) y en la que participarán casi 50 jefes de Estado y de Gobierno, algo también sin precedentes.
Muestra del carácter único de esta manifestación, que rodearán medidas de seguridad "excepcionales", es que en ella estarán, codo con codo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abás, junto a la mayoría de los líderes europeos y el rey Abdalá de Jordania, entre otros.
Horas antes de su comienzo ya han comenzado a concentrarse multitud de personas en su lugar de partida, la céntrica Plaza de la República, mientras más de 2.200 policías están desplegados en calles y tejados de la capital parisina para garantizar su seguridad.
En total son más de 5.500, entre policías y militares, los efectivos desplegados en el área de París durante la jornada.
Como ocurrió ayer en manifestaciones en distintas ciudades francesas que reunieron a 700.000 personas, la marcha de París se verá hoy dominada por carteles de "Yo soy Charlie", el lema popularizado en homenaje a los doce fallecidos el miércoles en el atentado contra la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
A él siguieron el asesinato el jueves de una policía francesa en plena calle y la toma de rehenes el viernes en un supermercado judío, ambos sucesos cometidos en París por un yihadista que se confesó cómplice de los hermanos Kouachi, autores de la masacre en el Charlie Hebdo.
También, una reunión internacional de lucha contra el terrorismo reunió en París a ministros de Interior y Justicia de doce países, entre ellos España y Estados Unidos, junto a representantes de la Comisión Europea.
Los responsables de Interior de los países europeos, incluido el ministro español Jorge Fernández Díaz, junto al fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, abordaron una estrategia común contra el terrorismo ante la creciente presencia de yihadistas en los países occidentales.
La comunidad judía francesa, atacada el viernes en la toma de rehenes en el supermercado "kosher", fue recibida por el presidente de Francia, François Hollande, en el Elíseo, quien se comprometió a defender a sus integrantes, más de 500.000 en toda Francia.
Hollande, que encabezará la marcha de esta tarde en París, irá después a la Gran Sinagoga de París para homenajear a las cuatro víctimas de la comunidad judía que fallecieron en el último de los tres atentados yihadistas sucedido esta semana en Francia.
El Gobierno francés se comprometió a vigilar sinagogas y colegios judíos, con el ejército si es preciso, en una entrevista celebrada a primera hora entre Hollande y la comunidad judía.
El presidente de Consejo Representativo de las Instituciones Judías (Crif), Roger Cukierman, exigió al mandatario francés medidas "serias y fuertes", entre ellas penales y preventivas, para proteger a la comunidad judía, por entender que Francia vive "una situación de guerra".
"Es la guerra de los yihadistas contra Occidente, contra nuestros valores, contra la libertad de prensa, contra los judíos. Estamos en el blanco y esperamos del Estado que asegure la protección de todos los ciudadanos franceses y particularmente los judíos", dijo.
Un hombre que asegura ser el autor del atentado contra la comunidad judía, Amedy Coulibaly, aparece en un vídeo divulgado hoy en el que asegura actuar en nombre del grupo Estado Islámico (EI).
Los responsables del atentado contra el Charlie Hebdo, abatidos el viernes como Coulibaly en sendos asaltos de las fuerzas de élite galas, han sido ligados por su parte a Al Qaeda.
La Policía francesa sigue investigando con intensidad los atentados mientras la alerta antiterrorista sigue en su nivel más alto y la fiscalía de París decidió anoche dejar en libertad sin cargos a cinco detenidos por su supuesta relación con los atentados, entre ellos la esposa de Chérif Kouachi.