Los 70 parlamentarios afines a Ortega reformaron 59 artículos de la Ley del Agua y derogaron otros 12 para otorgar en "algunas zonas del país" concesiones de agua potable y saneamiento a firmas particulares.
Ciudad de México. El parlamento de Nicaragua, dominado por el oficialismo, aprobó este jueves una reforma legal que según la oposición abre la puerta a la privatización del servicio de agua potable, en un giro en la visión del presidente Daniel Ortega sobre la titularidad de esa prestación.
Los 70 parlamentarios afines a Ortega reformaron 59 artículos de la Ley del Agua y derogaron otros 12 para otorgar en "algunas zonas del país" concesiones de agua potable y saneamiento a firmas particulares.
La Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), la compañía pública de agua, ha sido criticada durante años por acumular pérdidas millonarias que le impiden invertir para ampliar la red y contar con suficientes funcionarios para cobrar en tiempo y forma sus servicios.
Durante el debate de la ley, el diputado oficialista Wálmaro Gutiérrez alegó que la reforma buscaba "modernizar el servicio y acercarlo a comunidades rurales" sin acceso a agua potable, y aseguró que en ningún momento se privatizaría el servicio porque "es el Estado quien otorgará las concesiones".
"No abre las puertas a la privatización del agua, abre todos los portones", dijo por su parte a Reuters Ruth Herrera, quien fue directora de Enacal durante el primero de los últimos mandatos consecutivos de Ortega (2007-2011).
"Quieren aprovechar las fuentes de agua para sacar dinero", añadió Herrera, quien en 2005 encabezó un movimiento social que paralizó, con recursos de amparo, los intentos del gobierno de Enrique Bolaños (2002-2007) de privatizar el servicio.
Ortega, que también gobernó Nicaragua en los años 1980, se opuso a la privatización de esa prestación cuando era oposición entre 1990 y 2006, periodos en los que firmas particulares lograron concesiones para la distribución y generación de energía y las telecomunicaciones.