Gobierno y dignidades agropecuarias rompieron diálogos ayer, mientras trataban de llegar a acuerdos en torno a insumos, libre comercio y crédito.
En medio del tercer día de manifestaciones, que transcurrieron en relativa calma en cerca de 20 municipios del país en los que se encuentran concentrados los campesinos, las Dignidades Agropecuarias y el Gobierno se sentaron de nuevo ayer en la tarde para seguir buscando salidas en torno a temas álgidos de discusión, como la refinanciación de las deudas que tienen los agricultores, los tratados de libre comercio y el costo de los fertilizantes y plaguicidas. Sin embargo, entre los representantes de la Dignidad Agropecuaria generó malestar la ausencia del ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rubén Darío Lizarralde. Esto condujo a que se suspendieran los diálogos entre las partes, luego de tres días de reuniones.
“Si hubieran tenido interés, estarían acá los ministros, o el presidente Santos, pero vemos que el agro no les interesa”, aseveró el representante de Dignidad Agropecuaria, César Pachón, tras la finalización de la reunión en la que estuvo presente el viceministro de Agricultura, Hernán Román.
Lizarralde, horas después, justificó su ausencia y explicó que junto a la ministra de Ambiente, Luz Helena Sarmiento, debió ir al municipio de Berlín (Santander) a “desactivar una situación de orden público compleja con campesinos. Hay quienes están interesados en generar mal ambiente” y confirmó “que los diálogos están cerrados. Si las dignidades respetan el orden y no hay bloqueos, no hay problema en volvernos a sentar. Ellos tendrán que manifestarse en ese sentido”. Pese a esto, la Dignidad Agropecuaria convocó a un ‘cacerolazo’ durante la jornada de hoy, Día Internacional del Trabajo.
Mientras todo lo anterior sucedía, las 11 organizaciones que agrupa la Cumbre Agraria alistaban los planes para sumarse a las movilizaciones a partir de hoy y hasta el 5 de mayo.
Feliciano Valencia, representante de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), sostuvo que pese a que se asegura que hay divisiones entre los movimientos, la decisión de salir a protestar se mantiene en firme. “Nos vamos a unir como podamos y el grueso de la movilización saldría el próximo 5 de mayo. Hay una ruta que se estableció y que consiste en pedir al gobierno que expida un decreto para instalar la mesa de negociación y, segundo, necesitamos garantías para que ese diálogo sea productivo”, explicó el líder, quien manifestó que las comunidades indígenas del departamento del Cauca ya se están alistando para las jornadas.
Por su parte, Roberto Daza, vocero del Coordinador Nacional Agropecuario (que forma parte de la Cumbre), sostuvo que “los campesinos no sentimos que estén llegando las ayudas del Gobierno al campo y, por el contrario, vemos cómo se afianza la actividad minera”. Agregó que además de las concentraciones existentes en el Huila, continuarán las movilizaciones en Cauca, Nariño y el Eje Cafetero.
De acuerdo con un reciente comunicado de la Cumbre Agraria, las mesas que estas organizaciones tienen con el gobierno no han dado frutos, ya que no se ha dado respuesta del Estado. “Las mesas y organizaciones indígenas, negras, campesinas y populares que convergemos en la Cumbre le hemos propuesto al Gobierno que se instale una mesa única nacional que aborde nuestras exigencias y que adelante el cumplimiento a unos acuerdos mínimos” .
Por ahora, y en medio de la expectativa que existe entre los sectores campesinos por un posible fortalecimiento de la protesta campesina durante los próximos días, el ministro Lizarralde aseguró frente al tema de insumos que el gobierno está evaluando la posibilidad de exportar alimentos a Venezuela y traer agroinsumos desde ese país a precios más favorables para los campesinos. Esto lograría reducir la intermediación que existe.
“No se están negociando cosas nuevas (con las dignidades). Se está repasando el ejercicio que empezamos el año pasado. Hay diferencias de interpretación y, en ese sentido, estamos acercándonos en puntos como insumos y financiamiento. Hay otras discusiones que obedecen más a un modelo de desarrollo que tiene que ver con los tratados de libre comercio o la minería, pero son temas que se discuten en otro escenario”, recalcó el ministro.
A primera hora de ayer, desde Corabastos (la central mayorista de Bogotá), dio un parte de tranquilidad en materia de abastecimiento de alimentos. “He encontrado movimiento, actividad y productos. Además muy buenos precios. Eso deja al Gobierno tranquilo, porque algo que nos preocupaba era que no permitieran a los campesinos traer sus productos”.
En materia de orden público, según un reporte de la Policía Nacional, al cierre de esta edición, se mantenían bloqueos de campesinos en departamentos como Huila, Arauca y Santander, en donde se concentran cerca del 50% de las movilizaciones. Según el parte oficial, las autoridades han capturado a 14 personas por obstrucción de vía pública (5 en Norte de Santander, 4 en Tolima, 2 en Casanare, 1 en Boyacá, 1 en Huila y 1 en Cundinamarca).
Aurelio Iragorri, ministro del Interior, sostuvo que las protestas del país —en las que según los cálculos del Gobierno participan cerca de 3.000 manifestantes— han dejado lesionados a 27 integrantes de la Fuerza Pública. “Que se haya fijado fecha del paro desde el mes de diciembre para esta semana muestra intereses, en términos agrícolas, de ‘cosechar’ votos”, aseguró a través de su cuenta de Twitter.
Centrales obreras marcharán este jueves. El presidente de la Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT), Luis Alejandro Pedraza, sostuvo que las centrales obreras del país apoyan la movilización campesina y aseguró que “estamos pidiendo al Gobierno que responda con eficacia a los pliegos que han formulado los sectores del agro. Respetamos la autonomía y naturaleza de las organizaciones campesinas”.
Asimismo, dijo que en las principales ciudades del país marcharán la CUT, la Confederación General de Trabajadores (CGT) y la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC). “En Bogotá, marcharemos desde el Parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar. Como el año pasado, aspiramos a tener 40.000 trabajadores manifestándose”.
Concluyó diciendo que las centrales obreras manifestarán al Gobierno que “se rajó en política laboral. Las metas que se trazó en este cuatrienio no se cumplieron en informalidad. No para de crecer la tercerización laboral”.