El terremoto se volvió más politizado el jueves, cuando partidos profundamente impopulares en el país se involucraron en un juego de medición de fuerzas en el que ofrecieron montos cada vez más altos de sus fondos estatales para ayudar a los damnificados.
Ciudad de México. Rescatistas cavaban entre los escombros con picos y palas el viernes en la madrugada en una búsqueda de sobrevivientes dos días después del terremoto más mortal de México en una generación, mientras los políticos trataban de superarse mutuamente en la donación de fondos para ayudar a las víctimas.
A medida que la búsqueda a través de los escombros continuaba, señales de agotamiento empezaban a aparecer tras el sismo magnitud 7.1 que dejó al menos 286 muertos, según la última cifra ofrecida por el Coordinador Nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente.
La Marina de México se disculpó por comunicar información incorrecta sobre la historia de una estudiante ficticia, que supuestamente había quedado atrapada bajo una escuela colapsada en la Ciudad de México, cuyo destino cautivó a la nación. La torpeza televisiva de tan alto perfil desató una oleada de ira.
Funcionarios también buscaron anular los rumores de que los militares estarían destruyendo edificios arrasados que consideraran poco propensos a albergar a sobrevivientes.
"No suspenderemos la búsqueda y las misiones de rescate que nos han dado hasta que encontremos al últimos de los sobrevivientes", dijo el jefe del Ejército, Salvador Cienfuegos, en su cuenta de Twitter.
En la fuertemente golpeada Ciudad de México, los esfuerzos de rescate se enfocaban en 10 edificios derrumbados donde aún podría haber personas con vida. Unos 52 edificios colapsaron solamente en la capital, y más se derrumbaron en los estados aledaños. El jefe de gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, dijo que 50 personas estaban desaparecidas.
Trabajando sin pausas desde que ocurrió el terremoto, los primeros rescatistas y voluntarios han salvado a 60 sobrevivientes desde el centro de la Ciudad de México hasta los barrios pobres lejos en el sur.
Luis Manuel Carrillo Núñez, de 14 años, dijo que estaba en una clase de yoga en el colegio privado Enrique Rébsamen el martes cuando escuchó a la gente gritar: "¡Está temblando!".
Corrió para escapar del edificio cuando empezó a derrumbarse, pero algunos compañeros de clase no lo lograron. "Es difícil saber que no vas a volver a ver a los amigos que amaste, realmente estoy traumatizado", declaró.
La magnitud total de los daños aún no se ha calculado, con edificios a lo largo de toda la ciudad de 20 millones de personas severamente agrietados.
Citibanamex, la unidad mexicana de Citigroup, dijo en una nota para sus clientes que redujo su proyección de crecimiento anual de la economía a 1.9 por ciento desde 2.0 por ciento, debido al impacto del sismo.
Medición de fuerzas políticas. El terremoto se volvió más politizado el jueves, cuando partidos profundamente impopulares en el país se involucraron en un juego de medición de fuerzas en el que ofrecieron montos cada vez más altos de sus fondos estatales para ayudar a los damnificados.
La atención a los desastres es un tema sensible para los políticos mexicanos, después de que la respuesta del Gobierno al terremoto de 1985 causara trastornos, que algunos atribuyeron al debilitamiento del gobierno unipartidista del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En un comunicado, el PRI dijo que donaría 258 millones de pesos (US$14,42 millones), o el 25% de su financiamiento federal anual, para ayudar a los afectados.
Mientras tanto, la comisión nacional de derechos humanos propuso cambiar la constitución mexicana para desviar alrededor de un 30% de los fondos de los partidos políticos al fondo federal de desastres naturales, FONDEN.
Las demandas por una mayor austeridad en la política cobraron impulso en las redes sociales luego de que un primer terremoto de 8.1 hace dos semanas dejó casi 100 fallecidos en el sur del país.
Después de ese gran temblor, el actual líder izquierdista y candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, sugirió donar el 20% de los fondos federales de campaña de su partido para las víctimas del terremoto.
Sin embargo, el jueves, después de la noticia de los planes del PRI, López Obrador subió la apuesta, proponiendo donar el 50 por ciento de los fondos federales del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en el 2018 para apoyar a los damnificados por los sismos.
Lorenzo Córdova, presidente del instituto nacional electoral, dijo en un video enviado en Twitter que el organismo considera que "existen mecanismos jurídicos viables para que puedan destinar los recursos que reciben del Estado para apoyar a los damnificados".
Ira contra la marina y los medios. Después de más de un día de cobertura televisiva de la búsqueda de una niña entre los escombros del colegio Enrique Rébsamen, la Marina cambió su versión de los acontecimientos y dijo que todos los alumnos -muertos y vivos- estaban identificados y fuera del plantel.
Desde el miércoles, la Marina dijo que una estudiante estaba atrapada entre los escombros, y la búsqueda de quien supuestamente se llamaba "Frida Sofía" capturó los corazones de la audiencia en una nación desesperada por tener "buenas noticias".
Cuando se hizo evidente que ningún menor estaba atrapado, hubo una oleada de enojo en los medios de comunicación social dirigidos a la cadena de televisión Televisa y a la Marina por aumentar las esperanzas.
En un momento dado, un funcionario de alto rango de la Marina dijo que no tenía idea de dónde había venido la historia de la niña, pero más tarde se emitió una extraña disculpa militar al aceptar que la Marina había sido la fuente de la información, basada en informes de rescatistas.
Once niños fueron rescatados de los escombros de la escuela, donde los estudiantes tienen entre 6 y 15 años, dijo la Marina, y agregó que 19 niños y seis adultos fallecieron.