"Creo que estamos ante un votante autónomo, menos dado a líneas partidistas y más consciente de la importancia del sufragio", expresó el también profesor de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El contraste de los resultados entre las elecciones primarias de la oposición y la proporción de los votos obtenidos por los partidos políticos en los comicios parlamentarios de 2010, no significa que estas organizaciones hayan perdido su papel como canalizador político ni su capacidad de movilizar a los electores.
Según el politólogo Ricardo Sucre, hubo dos factores que pudieron incidir en la diferencia entre un proceso electoral y otro (en 2010 entre los partidos UNT, AD y Copei lograron 48 % del total de sufragios de la MUD, mientras Primero Justicia y Podemos obtuvieron el 27,2% de los sufragios).
El primer elemento sería que en 2010, muchos electores canalizaron su voto a través de los partidos, escogiendo el más cercano a su realidad local o regional, pero sin que esto significara una militancia en la organización política. El segundo lo constituiría que muchos militantes habrían decidido votar según su conciencia para escoger el candidato presidencial, desatendiendo la línea partidista.
"Creo que estamos ante un votante autónomo, menos dado a líneas partidistas y más consciente de la importancia del sufragio", expresó el también profesor de la Escuela de Estudios Políticos de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Por ello, Sucre estima que aunque los partidos no pueden ya atribuirse una cantidad determinada de votos, sí pueden interactuar con los electores, movilizarlos y articularlos.
Añadió que igual los partidos tendrán esa influencia a nivel regional, sobre todo tomando en consideración la fuerza de UNT en Zulia y ahora contando con el candidato a gobernador en el estado Vargas, mientras AD tiene candidato en Anzoátegui y Miranda, Copei en Mérida y Portuguesa, que se unen a los abanderados de PJ en Miranda, Aragua, Falcón y Cojedes, además del de La Causa R en Bolívar, por lo que todos deben trabajar en conjunto para obtener el triunfo.