El mandatario afirmó que "este es el momento de México porque depende de nosotros que así sea; de nosotros depende que México se mueva, que México se transforme, que México evolucione".

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, aludió  al cambio de era del calendario maya para augurar el "inicio de una nueva etapa en el desarrollo y progreso de nuestro país", al anunciar el Proyecto del Tren Transpeninsular en Mérida, suroriental estado de Yucatán.

El mandatario se comprometió a que, "más allá del origen partidista que tenga cualquier autoridad", su Gobierno trabajará "para todos los mexicanos".

"Éste es el momento de México, porque depende de nosotros que así sea; de nosotros depende que México se mueva, que México se transforme, que México evolucione", declaró Peña Nieto ante empresarios y autoridades locales.

El presidente señaló que "el legado de la cultura maya, que justamente tiene su principal asiento aquí, en Yucatán, permea a todo el país".

"Nos contagia de ese ánimo renovado, para que vayamos en un México unido, un México en conciliación, un México plenamente reconciliado y, sobre todo, con el propósito mayor de hacer nuestra mejor contribución para que tengamos el México moderno y de desarrollo que todos queremos", abundó.

Finalmente, deseó a los presentes que "en sus hogares reine la alegría, el entusiasmo y la felicidad, y que ése sea el espíritu que contagie el ánimo social que México quiere tener para esta nueva era de mayor progreso y de mayor desarrollo para todos los mexicanos".

Peña presentó el proyecto del Tren Transpeninsular Mérida-Punta Venado, con el fin de aprovechar el gran potencial económico, turístico y social de esa región.

El recorrido del nuevo ferrocarril, que utilizará parte de las vías ya existentes, tocará algunos de los sitios arqueológicos más importantes de esa parte del país.

Se trata del primer proyecto en materia de infraestructura que presenta el Gobierno de Peña Nieto desde que asumió el poder el pasado 1 de diciembre.

El anuncio se dio al tiempo que miles de personas se concentraron en las principales ciudades y sitios arqueológicos de Yucatán, Tabasco y Quintana Roo, en el sur de México, para celebrar con oraciones y danzas rituales el cambio de era en el calendario maya.