A diferencia de hace dos meses, cuando parecía que el presidente llegaba con un gobierno sólido que había logrado sus principales objetivos con las reformas aprobadas, ahora una serie de acontecimientos lo ubican en el “peor de los escenarios”.
Al arranque de su tercer año de gobierno, este 1 de diciembre, el mandatario Enrique Peña Nieto llega con “claroscuros”, con un paquete de reformas sí, pero con resultados que se verán a mediano y largo plazo, así como con una economía que no crece lo necesario, opinaron especialistas.
Edna Jaime, directora general de México Evalúa, considera que se llega al inicio de un tercer periodo presidencial con una “crisis de debilidad y legitimidad muy profunda”.
Recuerda que al arranque de la administración de Peña Nieto, en diciembre del 2012, se presentó un plan muy ambicioso y un arreglo con los partidos (el Pacto por México) para avanzar en una agenda legislativa importante. Pero, advierte, ahora hay una crisis que se observa difícil de remontar.
Sobre el plan por la legalidad que Peña presentó la semana pasada, dice que deberán analizarse una a una cada propuesta.
Edna Jaime afirmó que en el discurso de Peña Nieto en Palacio Nacional también faltó abundar sobre el tema de la corrupción o asumir compromisos específicos al respecto. Asimismo, la especialista indica que si la economía no comienza a repuntar en los próximos meses, la situación en México será más complicada.
Para el académico del Tecnológico de Monterrey, Gustavo López, a diferencia de hace unos meses, cuando parecía que Peña llegaba con un gobierno sólido, que había logrado sus principales objetivos con las reformas aprobadas, ahora una serie de acontecimientos lo han llevado al “peor de los escenarios”.
En primer término, puntualiza que en materia de desarrollo económico se observa que en los últimos años no se ha crecido el país a más de 2.9%, y aun cuando se han generado expectativas de crecimiento más allá de 3%, siempre se terminan recortando las proyecciones.
Opinó además que el nuevo modelo de justicia “no avanza”, entre ello por las estrategias que se han utilizado para su implementación.
El académico del TEC de Monterrey formula que los casos Ayotzinapa, Tlatlaya y las propiedades en Las Lomas ha redundado en una percepción de “incapacidad”, “desinformación” y “pérdida de legitimidad”.
Desde la perspectiva del ex vocero presidencial, Rubén Aguilar, el mandatario federal llega a dos años de gobierno con claroscuros, con un compromiso de impulsar reformas sí, pero que sólo a mediano y largo plazo podrían cambiar al país.
Opina que las medidas que Peña ha propuesto en materia de legalidad, si bien caminan por la dirección correcta, no tienen la contundencia y la inmediatez que la sociedad esperaba de éstas.
Otra observación que realiza el investigador es que la estrategia de comunicación del gobierno federal no ha logrado posicionar al mandatario, porque -explica- es un plan que en algunas momentos “abusa” de la protección del presidente y a veces actúan en reacción.
“(El presidente) antes (...) de los hechos que hacemos mención, de todos modos no tenía buena calificación (...) ni buen nivel de aceptación”, aseguró Aguilar.
En tanto, el investigador del ITAM, Gabriel Martínez, detalla que la actual situación político-social que priva en México repercute en la economía y considera que partes del país están paralizadas, y pone como ejemplo a Guerrero.
Explicó que el problema de la mala imagen impacta en los grandes inversionistas y el turismo internacional, que deciden no venir a México. Asimismo, explicó que si bien la economía se encuentra estable, el crecimiento en México no ha sido el mejor.
“Las expectativas son muy altas, entran los gobiernos nuevos prometiendo mucho, es lo mismo que le pasó a (Vicente) Fox, a (Felipe) Calderón. Entran y prometen cosas, pero creo que este año vamos a cerrar con un crecimiento como de 2.2%, que no es muy bueno”, indicó.