Cabe recordar que Peña Nieto tiene una aceptación de 29%, y las personas de mayores ingresos, los que tienen mayor nivel educativo y los jóvenes son los que reprueban su gestión en encuestas.
El presidente Enrique Peña Nieto llega a su cuarto Informe de Gobierno con el más bajo nivel de aprobación del sexenio, con críticas de los opositores y con el reto de fortalecer la gobernabilidad del país, aunque con el respaldo del PRI para concretar una transformación.
Roy Campos, presidente de Consulta Mitofsky, considera que será relevante que el primer mandatario se reúna con jóvenes para hablar sobre los retos y avances de su administración, ya que este sector es el que peor lo califica.
Cabe recordar que Peña Nieto tiene una aceptación de 29%, y las personas de mayores ingresos, los que tienen mayor nivel educativo y los jóvenes son los que reprueban su gestión en encuestas.
En entrevista, Campos comenta que la tendencia a la recuperación no se espera a corto plazo. Las encuestas han reflejado que sólo 19% opina que está bien la economía, 17% dice que está bien la seguridad y 16% considera que está bien la situación política del país.
“Ya es marginal la caída de la aprobación del presidente, la cual está sustentada en la identidad partidista y en quienes apoyan al presidencialismo. La gente escolarizada, la de mayores ingresos y los jóvenes son los que más desaprueban al presidente, y de alguna manera ellos son los que se vuelven los líderes de opinión”, refiere Roy Campos.
Por su parte, el analista político José Fernández Santillán opina que el mandatario llega a su cuarto informe “con mucho ajetreo” y con varios frentes abiertos.
“Recuento: la CNTE; la necesidad de reactivar la economía; la necesidad de empleos y bien remunerados; el problema de la delincuencia que hemos visto, que está repuntando con estos secuestros entre las bandas que antes no se veía; el problema de la corrupción, por ejemplo, con los tres gobernadores que se quisieron blindar (César Duarte, Javier Duarte y Roberto Borge), el problema de su imagen...”.
“También hay un problema de comunicación social, de qué es lo que quiere lograr el presidente y que no ha logrado comunicar”, declara.
Un tema fundamental, añade el catedrático del ITESM, es el de relaciones internacionales, ya que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos y Peña Nieto ha tomado una posición neutral; dice que puede platicar con Donald Trump cuando el republicano ha tomado una posición abierta contra los mexicanos, completa el especialista.
En tanto, Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD, y Santiago Creel, ex secretario de Gobernación, califican como deficiente la gestión de Peña Nieto, mientras que el coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, confía en la transformación del país emprendida por el jefe del Ejecutivo federal.
Barrales Magdaleno recuenta que el PRD se unió al Pacto por México y le costó caro electoralmente; sin embargo, contribuyó porque Peña Nieto pidió reformas para dar resultados.
“Aun y cuando ya se cuenta con este marco jurídico, Peña Nieto no está siendo capaz de alcanzar los objetivos en beneficio del país, no hay buenos resultados”, comenta.
Santiago Creel afirma que a Peña Nieto “le falta todo, gobernabilidad, desarrollo económico, paz social, operación política, cumplimientos de compromiso de campaña, acreditación pública”, y lo único que puede hacer para que el país salga adelante es cumplir sus compromisos de campaña.
Por su parte, Emilio Gamboa destaca las acciones federales en varios rubros y enfatiza que los senadores “seguirán acompañando al presidente Enrique Peña Nieto en el esfuerzo para la transformación de México, al coadyuvar con la integración de un andamiaje institucional, jurídico, legal, orientado a la generación de oportunidades a todos los mexicanos, en donde prevalezca la equidad en todos los ámbitos con un país más justo, igualitario e incluyente”.