Denominada "por una política hemisférica de drogas de cara al siglo XXI", la sesión de este viernes, de un solo día, fue inaugurada por el presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, y el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza.
Ciudad de Guatemala. "Las políticas (del combate a las drogas) responden a intereses de otro país, en Guatemala no somos consumidores, somos un país de tránsito", comentó el presidente Otto Pérez Molina al inaugurar la Asamblea General Extraordinaria de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se celebra este viernes en Guatemala.
En este encuentro, países del hemisferio buscan consenso para lograr un cambio en la política del combate a las drogas con la premisa de que las naciones consumidoras asuman una mayor responsabilidad frente al flagelo.
Según Pérez Molina, hay que seguir haciendo estudios que permitan recolectar más datos para tomar decisiones respecto a la política actual, aunque reconoció que hay países que ensayan cambios y enfoques, que permitirán encontrar cursos de acción alternativos para transformar la realidad del hemisferio.
"Estamos concientes que el régimen internacional impone el prohibicionismo e inspira a la guerra que nuestros países, en particular Centroamérica, hemos librado contra las drogas con un alto costo de violencia", dijo el mandatario.
El presidente recordó que Guatemala pronto asumirá la presidencia de la Comisión Interamericana contra el Abuso de Drogas, al ocupar el cargo se enfocará en diseñar un plan de acción para el periodo de 2016-2020, que haga frente a los nuevos retos.
La asamblea es producto de una anterior sobre el tema, celebrada en junio de 2013, contará con la presencia 32 delegaciones de los 34 países miembros de la OEA.
Los países pretenden llevar una posición conjunta a la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre drogas que se realizará en 2016.