Siguiendo a Colombia o Chile, donde en recientes comicios ganaron opciones cercanas o moderadas al libre mercado, los peruanos parecen inclinarse por mantener una política liberal que ha llevado al país a registrar uno de los mayores crecimientos económicos del mundo.
Lima. Tras casi una década de franco crecimiento económico, Perú apostaría en las elecciones del 2011 por un presidente conservador y evitaría la aventura de una extrema izquierda que pierde fuerza en Latinoamérica.
Siguiendo a Colombia, Chile y Brasil, donde en recientes comicios ganaron opciones cercanas o moderadas al libre mercado, los peruanos parecen inclinarse por mantener una política liberal que ha llevado al país a registrar uno de los mayores crecimientos económicos del mundo.
Cuando faltan cuatro meses para las elecciones, los tres candidatos con mayor chance para gobernar Perú por otros cinco años son considerados como amigos de la inversión privada.
El ex alcalde de Lima Luis Castañeda, el ex presidente Alejandro Toledo y la hija del ex mandatario Alberto Fujimori -Keiko Fujimori- lideran los sondeos de intención de voto.
Con tendencia a la baja aparece el líder nacionalista Ollanta Humala, quien con el apoyo político del presidente venezolano, Hugo Chávez, la mayor figura de la izquierda en la región, se acercó a la presidencia peruana en el 2006.
Ese año Humala perdió en un balotaje con el presidente Alan García, que da dado un vuelco frente a su primer mandato (1985-1990) cuando quiso estatizar los bancos del país.
"Los peruanos no quieren experimentos, no quieren arriesgar el camino de la economía. No hay lugar para un antisistema", dijo a Reuters el gerente de la encuestadora local Compañía Peruana de Investigación y Mercados (CPI), Manuel Saavedra.
Hasta Humala ha moderado su discurso radical y en sus alocuciones busca distanciarse del mandatario venezolano Chávez.
La izquierda moderada que ganó la mayor plaza electoral del país en las elecciones municipales de octubre también ha descartado romper las principales reglas de juego económico.
La elección presidencial y del Congreso unicameral peruano se realizará el 10 de abril de 2011 y serán las primeras que se producirán en un entorno de bonanza económica local.
Según estimaciones oficiales, la economía de Perú crecería más de 8,5% este año, principalmente por el empuje de su demanda interna que está dejando de lado su dependencia histórica por las exportaciones de materias primas.
Se definiría en balotaje. De acuerdo a sondeos y analistas, ninguno de los aspirantes presidenciales obtendría más del 50% de los votos en la primera ronda de los comicios y la jefatura del país andino se definiría en un balotaje, el 5 de junio de 2011.
El director la firma encuestadora Datum Internacional, Manuel Torrado, afirmó que a la luz de las últimas encuestas los favoritos son Toledo, Castañeda y Fujimori.
Durante el Gobierno de Toledo, que se autodefine como una opción de una "centroizquierda moderna", la economía local comenzó a recuperarse y se forjaron los principales pactos de libre comercio, entre ellos con Estados Unidos.
Pero denuncias de corrupción y escándalos de conducta de su entorno golpearon su popularidad hasta niveles de menos del 10% en buena parte de su mandato, entre el 2001 y el 2006.
Keiko Fujimori, quien obtuvo la más alta votación para legisladora en el 2006, es vista como una política conservadora que carga la cruz de su padre condenado a 25 años de prisión por abusos a los derechos humanos en su gestión (1990-2000).
Por su parte, el pragmático político Castañeda goza de una alta popularidad por su buena gestión como alcalde de Lima, pese a denuncias de corrupción que lo acosan en la campaña.
"Esta en la foto actual, cualquiera de los tres (Toledo, Castañeda y Fujimori) puede ser presidente", dijo Torrado.
Postura en línea con panormaa regional. La opción por mantener la política económica en Perú va en línea con las posturas de algunos países de Latinoamérica, región que en un momento se vio seducida por un modelo de izquierda radical que surgió como antítesis del capitalismo.
En Chile, el millonario conservador Sebastián Piñera ganó la presidencia a una centroizquierda que dirigió ese país dos décadas; mientras que en Colombia el mandatario derechista Alvaro Uribe dio la posta a uno de los hombres más cercanos de su Gobierno, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos.
Brasil eligió en tanto a Dilma Rousseff y apostó por seguir la política del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, un socialista que adoptó un plan ortodoxo que convirtió a su país en una de las mayores economías emergentes a nivel global.
Argentina, que aguarda elecciones en octubre del 2011, es un aliado de Chávez más práctico que ideológico y en México no se asoma una izquierda con posibilidades para el 2012.
En la otra acera figuran Venezuela -país del "socialismo o muerte" del mandatario Chávez-, Ecuador, Nicaragua y Bolivia, que tienen fuerte apoyo de los pobres por el fuerte gasto en programas sociales, pero no logran afianzar sus economías.