La presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías, sostuvo que inicialmente tenía una proyección menor de erradicación (22.000 hectáreas), pero que el presidente Humala pidió elevar la meta.

Lima. El gobierno de Perú se ha trazado la meta de erradicar 30.000 hectáreas de hoja de coca durante 2014, anunció este miércoles la presidenta ejecutiva de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías.

Durante una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Lima, Masías sostuvo que su despacho inicialmente tenía una proyección menor de erradicación (22.000 hectáreas), pero que el presidente Ollanta Humala pidió elevar la meta para este año.

"El problema nuestro es poder sincerarnos. Poder sincerar las cosas. ¿Nosotros somos el primer país productor de hoja de coca? Sí pues, somos el primer país. Estamos haciendo un enorme esfuerzo como gobierno peruano. ¿Somos seguramente el primer país exportador de cocaína? Lo somos. No lo digo al 100% porque tenemos que esperar el estudio", afirmó Masías.

Según cifras de Devida, en Perú existen 60.400 hectáreas de hoja de coca, insumo básico de la cocaína, y de ellas el 93% (53.724 hectáreas) son destinadas al narcotráfico.

En 2013, se erradicó 23.947 hectáreas de hoja de coca en Perú, mientras que el año anterior se eliminó 14.234.

La erradicación de hoja de coca en el país se realiza de forma manual y sin utilizar pesticidas, por lo que se toma mayor tiempo en esa labor, según detalló Masías.

Uno de los principales objetivos de Devida para este año es incursionar en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), el principal productor de hoja de coca del país (54%), con una estrategia que por el momento se mantiene en reserva.

"En el VRAEM, en una hectárea hay 120.000 plantas de coca. En el (valle del) Huallaga (...), tienen 40.000. El esfuerzo en la erradicación es tres veces más. Esto implica una logística enorme de hombres", indicó Masías.

El VRAEM se localiza en una zona selvática de difícil acceso, en el sureste del país, entre las regiones de Junín, Ayacucho, Cuzco y Huancavelica, y alberga a remanentes del grupo terrorista Sendero Luminoso aliados con el narcotráfico.

En 2013, Perú invirtió US$278,3 millones en la lucha antidrogas, mientras que la cooperación internacional alcanzó los US$108,98 millones.