"Lamentamos profundamente que malos elementos puedan estar conformando una red de corrupción o tráfico ilícito de armamentos", dijo Jakke Valakiv, ministro de Defensa.
Un oficial del Ejército y dos suboficiales fueron detenidos tras detectarse una presunta manipulación de actas de entrega de material de guerra, como municiones y granadas, en el polvorín Cruz de Hueso, informó el ministro de Defensa, Jakke Valakivi.
En conferencia de prensa señaló que se trata de manipulación de entrega de material que no habría llegado a su destino, e indicó que el caso se encuentra en investigación a cargo de la Policía Nacional y la Fiscalía.
"Lamentamos profundamente que malos elementos puedan estar conformando una red de corrupción o tráfico ilícito de armamentos", indicó al demandar que todo el peso de la ley caiga sobre quienes sean responsables.
Recordó que se dispuso revisar que no hubiera faltantes de explosivos en los diferentes polvorines del país, y que no conformes con ello se indagó cómo las municiones eran despachadas a las dependencias de Lima.
"En la revisión de la documentación de la munición trasladada de Cruz de Hueso se identificaron actas fraudulentas que implicarían responsabilidad de malos oficiales del Ejército y suboficiales en presuntos actos de corrupción", explicó.
Según detalló, la manipulación de actas de entrega de material, en particular municiones y granadas, evidencia que estas no habrían llegado a su destino.
"Una vez informados del hecho coordinamos con la Policía Nacional y se pudo detener a los tres presuntos responsables: un oficial y personal subalterno que se halla en las instalaciones de la Policía, que está siguiendo las investigaciones", añadió.
"Eso es lo que está bajo investigación a cargo de la Policía y la Fiscalía y lo que demandamos es que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables de estas malas prácticas", aseveró el ministro.
Además de los detenidos hay cinco suboficiales en calidad de testigos.
Para Valakivi, la orden de inamovilidad que se dictó permitió identificar a los responsables de la entrega de municiones de Cruz de Hueso a la Escuela Militar de Chorrillos y la Escuela Técnica de la Policía.
Refirió que el golpe que se planificaba con la Comandancia General del Ejército era para identificar a malos oficiales y suboficiales que atentan contra la seguridad nacional y la seguridad ciudadana.
"Es importante identificar a estos malos elementos que manchan el uniforme y la reputación. No podemos permitir que estas personas persistan en las instituciones, hay que identificarlas y sancionarlas con todo el peso de la ley", insistió.
