La ley apoyada por los republicanos en Texas, el estado con la frontera más larga con México, entrará en vigor el 1 de septiembre. Es la primera de su tipo desde que Donald Trump asumió la presidencia en enero, con la promesa de acabar con la inmigración ilegal.
Representantes de un pequeño poblado fronterizo y de grandes ciudades de Texas plantearon este lunes a un juez federal que una ley estatal pensada para castigar a localidades consideradas santuarios para los inmigrantes puede crear un estado policial, y demandaron que se la detenga por inconstitucional.
La ley apoyada por los republicanos en Texas, el estado con la frontera más larga con México, entrará en vigor el 1 de septiembre. Es la primera de su tipo desde que Donald Trump asumió la presidencia en enero, con la promesa de acabar con la inmigración ilegal.
La ley, conocida como propuesta senatorial 4, establece penas de cárcel para jefes de policía, alguaciles e incluso funcionarios de frontera que no cooperen con hacer cumplir las leyes de inmigración estadounidenses. La medida además permite que la policía pregunte sobre la situación migratoria de una persona durante una detención.
Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, que representa a los demandantes, dijo que si la corte permite que la ley siga adelante habrá repercusiones nacionales.
"Establecería un estado policial de inmigración", dijo al juez de distrito estadounidense Orlando García.
Los partidarios de las medidas han dicho que los inmigrantes que no han violado la ley no tienen nada que temer. Los críticos dicen que la policía podrá detener a personas durante 48 horas para controles de inmigración, incluso si cometen una ofensa menor como el cruce sin cuidado de una calle.
El gobierno de Trump presentó el viernes documentos para apoyar la ley de Texas, que dijo que contribuirá a la seguridad de Estados Unidos.