Las autoridades chilenas resolvieron la semana pasada el cierre de la Universidad de Mar, una institución que con casi 20.000 estudiantes, tras una serie de irregularidades administrativas.
Santiago. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este miércoles un proyecto para reformar la Comisión Nacional de Acreditación Universitaria, tras el escándalo de corrupción que envuelve a varios planteles privados.
"Vamos a firmar un proyecto de ley que termina con la Comisión Nacional de Acreditación porque no cumplió su papel: no aseguró la calidad ni aseguró la probidad", dijo el jefe de Estado en un mensaje hoy miércoles.
"Hay que saber separar la paja del trigo (lo importante de lo accesorio): hay algunas universidades que no están dando educación de calidad y lo que le corresponde al gobierno es asegurar que todas las universidades que estén acreditadas den enseñanza de calidad", agregó.
El anuncio coincide con el denominado escándalo de las acreditaciones, un caso de corrupción que se destapó luego que la máxima autoridad contralora de la educación universitaria fuera formalizado por la justicia chilena por el recibo de pagos por acreditar planteles de educación superior.
Las autoridades chilenas resolvieron la semana pasada el cierre de la Universidad de Mar, una institución que con casi 20.000 estudiantes, tras una serie de irregularidades administrativas, como la abierta deducción de utilidades de sus dueños, prohibido por ley, el impago de académicos y funcionarios y la falsificación de títulos académicos.
La Universidad cuestionada pese a sus falencias fue acreditada a través de un millonario pago o soborno al titular del ente contralor.
En referencia al centro de estudios, Piñera indicó que "la Universidad del Mar defraudó a sus alumnos, engañó a sus alumnos, porque prometió cosas que no cumplió y muchos pensamos que nunca tuvo la intención de cumplir esos compromisos".
La crisis en la educación universitaria en Chile fue desnudada por el movimiento de protestas estudiantiles iniciado en 2011, el mayor movimiento social desde el retorno a la democracia en 1990.
Las manifestaciones exigen el fortalecimiento en la educación pública,el término de los subsidios públicos a la educación privada y la efectiva prohibición del lucro en la universidades privadas.
Este útimo aspecto es identificado por los estudiantes como la raíz de la crisis, puesto que pese a ser ilegal en Chile la obtención de utilidades por parte de las universidades, en la práctica es sorteado por los administradores con base en diversos subterfugios legales.
La crisis en la educación en Chile ha sido la mayor fuente de dificultades políticas para el gobierno de Piñera, cuya popularidad se ha derrumbado desde el inicio de los cuestionamientos al sistema educacional, ha significado la renuncia de dos ministros de Educación y más recientemente del titular de Justicia, Teodoro Ribera.
Este último funcionario se vió relacionado con el escándalo de las acreditaciones, dada su condición de accionista de establecimientos educacionales.
"El gobierno tiene un compromiso de fierro con la educación. No podemos permitir que una institución así siga funcionando. Esto no significa que el gobierno no esté comprometido con los alumnos de esa universidad", dijo Piñera en alusión a los estudiantes de la cuestionada institución.