Estaba previsto que en Tarapcá se construiría un puerto para la salida de minerales, especialmente de hierro y litio. Además de crear una zona turística.El canciller chileno Alfredo Moreno, dijo que intentarán buscar una solución al problema boliviano sin afectar los intereses chilenos.
Antes de asumir la presidencia de Chile, Sebastián Piñera frenó el avance de un eventual acuerdo que Bolivia negociaba con Michelle Bachelet, para acceder a un enclave sin soberanía en la provincia Tarapacá. El actual presidente veía que la alternativa generaría problemas.
La información fue publicada este domingo La Tercera, donde se detalla que las conversaciones llegaron a tal punto que el 2009 los vicecancilleres de Bolivia, Hugo Fernández, y de Chile, Alberto van Klaveren, decidieron que La Paz redacte el documento bilateral y Chile realice las correcciones.
Hasta diciembre del 2009, los vicecancilleres se reunieron en nueve ocasiones y, según las fuentes del gobierno chileno de la época, Bachelet tenía tres opciones para conceder un enclave costero sin soberanía a Bolivia, en la provincia Tarapacá; una de ellas logró consolidarse y se ubicó al sur de la Quebrada de Camarones y el norte de Iquique.
Incluso, tres técnicos del gobierno de Evo Morales viajaron hasta la región para conocer las características del lugar. Con ellos estaban tres funcionarios de la cancillería chilena “alguno de ellos de la Dirección de Fronteras y Límites”. Es más, los expertos se habrían trasladado directamente al lugar, sin pasar por Santiago.
El trío de técnicos bolivianos comprobó las características de la zona y las posibilidades de desarrollo. Estaba previsto que en la región se construya un puerto para la salida de minerales, especialmente de hierro y litio; además de crear una zona turística.
Chile solicitó que el muelle sea sólo para la exportación de minerales y no para el tránsito de la carga en general. De esta manera quería evitar que el enclave se convierta en una competencia para los puertos de Arica y Antofagasta, revela la publicación.
Las condiciones de Santiago fueron aceptadas por el gobierno de Morales. Pero, a su turno, las autoridades nacionales hicieron sus demandas; como la construcción de un eje urbano, aledaño al sector industrial. Chile no aceptó la petición de más de 400 kilómetros cuadrados.
“No era una fórmula ideal. Pero era lo que había como alternativa posible”, explicó una fuente que supo de estas conversaciones.
Con todo, aquella propuesta interesaba al gobierno de Morales; aunque no satisfacía la demanda de salida soberana, pero sí se recuperaba la cualidad marítima.
A pesar de la derrota del candidato Eduardo Frei (de la misma tendencia política que Bachelet), la ex presidenta quería llegar a un acuerdo con Bolivia en el tema marítimo, pero, el documento fue considerado “excesivo” por el equipo del actual presidente Sebastián Piñera y el plan fue abortado.
A juicio del nuevo gobierno, la entrega en concesión o comodato por 99 años a La Paz de una franja de litoral en territorio chileno abriría a futuro nuevos focos de tensión en las relaciones bilaterales. “El presidente no cree viable dividir el territorio en dos”, afirma una fuente, quien añade que Piñera es más proclive —en teoría— a la idea de otorgar un corredor sin soberanía por el norte del río Lluta.
Incluso “se hicieron mapas, cartas náuticas, planimetrías detalladas de los posibles lugares (del enclave)”, señaló una fuente según La Tercera, que también refiere que se hizo hasta un sondeo en las FF.AA. Se añade que la propuesta fue bien recibida en Bolivia, que, a su vez, envió sus propios mapas para ubicar el enclave.
Reacciones. Las conversaciones se realizaron en el marco de la agenda de 13 puntos fijada entre Morales y Bachelet. El canciller David Choquehuanca evitó referirse puntualmente a la publicación y explicó que los temas del diálogo bilateral se inscriben en actas que se hacen públicas. En esas actas no está el tema del enclave.
“Se hablan varios temas de Cobija, Antofagasta, Lauca (en las reuniones)”, manifestó el Canciller. Añadió: “hay un movimiento permanente de nuestros funcionarios, no sé si han ido (a Tarapacá)”, cuando se le consultó sobre la visita de una comisión boliviana a esa región chilena.
La Tercera señala que la fórmula que se exploró era similar e incluso superior a la concesión que otorgó Perú a Bolivia en el puerto de Ilo.
Sin hacer referencia a la nota publicada este domingo, el canciller chileno, Alfredo Moreno, reiteró a la Televisión Nacional que buscarán una solución al problema boliviano sin afectar los intereses chilenos.
“Hoy día, la soberanía no está sobre la mesa”, aseguró y sostuvo que están dispuestos a “analizar todas las soluciones que le entreguen el mejor acceso al mar (a Bolivia), pero siempre velando por los intereses de Chile, y ese interés nunca estará en dividir al país en dos (en referencia al corredor al norte de Arica)".
Detalles del eventual acuerdo
Avances. El año 2006 empezaron los acercamientos entre Bolivia y Chile. El tema marítimo entró en la agenda de 13 puntos. Después de meses se decidió que la salida al mar podía ser por la provincia Tarapacá.
Mapas. Grupos técnicos de ambos países hicieron sus estudios sobre el terreno que se iba a ceder. Había coincidencias entre ambas naciones. En la actualidad, el plan está en punto muerto. El 83% cree que Chile debe ceder una franja soberana.
El 83% de los bolivianos cree que Chile debiera ceder una franja costera con soberanía, según la última encuesta de Ipsos Apoyo Opinión y Mercado.
El estudio fue realizado entre 1.034 personas de las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz.
Del total de encuestados, el cuatro por ciento no precisa su respuesta; mientras que el 13% no cree que el vecino país deba ceder un espacio soberano a Bolivia.
La mayor aprobación a la consulta se dio en la ciudad de Cochabamba (92%), sigue La Paz (87%), Santa Cruz (82%) y El Alto (72%).
También se consultó sobre si estarían de acuerdo con intercambiar gas boliviano por una franja costera soberana. El 28% respondió de forma afirmativa a la consulta; mientras que el 64% cree que no se debe intercambiar gas por mar.
Otra de las preguntas plantea si se estaría de acuerdo con entregar territorio boliviano a Chile, equivalente a la superficie a la que pueda ceder, con soberanía, el vecino país.
El 75% de los encuestados no está de acuerdo con esa posibilidad, mientras que el 15% se muestra a favor y el 10% no sabe o no responde.
Asimismo, se consultó si el tema marítimo debe ser tratado entre Bolivia, Perú y Chile o solamente entre Bolivia y Chile. El 60% de los encuestados se inclinó porque el tema sea tratado a nivel bilateral, mientras que el 32% estuvo a favor de que las negociaciones sean entre los tres países.
En La Paz, el 54% va por el diálogo bilateral, mientras que en El Alto, el 57, en Cochabamba, el 60, y en Santa Cruz, el 65% de los encuestados cree en la negociación bilateral.
El 26% de los encuestados, cree que a Perú “le perjudica” las negociaciones entre Bolivia y Chile sobre el tema marítimo. Mientras que el 16% de los consultados cree que “le favorece”.
El 34% considera que Perú es imparcial en el diferendo que arrastran los gobiernos de Santiago y La Paz.