A principios de agosto, Elba Esther Gordillo, de 72 años, fue absuelta de los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada tras el sobreseimiento de su causa.
Ciudad de México.- La poderosa exdirigente del sindicato de maestros más grande de México y Latinoamérica, Elba Esther Gordillo, reapareció públicamente el lunes tras ser absuelta luego de más de cinco años de arresto y dijo que volverá "al lado de los maestros" a defender la educación pública.
A principios de agosto, Gordillo, de 72 años, fue absuelta de los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada tras el sobreseimiento de su causa.
Cientos de miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), el más grande de la región con 1,6 millones de afiliados, se agolparon en uno de los salones de un lujoso hotel de Ciudad de México para escuchar el discurso de Gordillo.
"Ejerceré mi libertad consciente de que mi lealtad y mi lugar siempre ha estado y estará al lado de los maestros y maestras de México, y de la defensa de la educación pública", dijo Gordillo sin dejar claro si volverá al gremio en el primer discurso desde que fue arrestada en febrero de 2013.
Gordillo insistió en su inocencia, dijo que el SNTE vive una crisis gremial y criticó la reforma educativa llevada a cabo por el saliente mandatario Enrique Peña Nieto. "Recuperé la libertad y la reforma educativa se derrumbó", dijo.
La maestra creció en la pobreza y se volvió una acaudalada mujer, dueña de lujosas propiedades, al frente SNTE y al abrigo de las políticas del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Pero, en un giro inesperado, su detención fue ordenada por un gobierno del PRI luego de que se enfrentó a la reforma educativa del presidente Enrique Peña Nieto, quien entregará el poder al izquierdista Andrés Manuel López Obrador en diciembre.
Durante su campaña electoral, López Obrador prometió echar atrás la polémica reforma educativa de Peña y sacar al país de rezago educativo en el que se encuentra.
Según el último Informe PISA, de 2015, México reprobó en todas sus evaluaciones y acumuló 15 años en el sótano de las naciones pertenecientes a la OCDE, el club de los países ricos.