La pesquisa continua pero el gobierno dio por "totalmente desarticulada" la célula con 12 sospechosos de dos ataques en Cataluña al frustrarse su plan inicial de un golpe mayor cuando explotó una vivienda en la que supuestamente preparaban material explosivo, en la localidad tarraconense de Alcanar.
Las fuerzas de seguridad españolas tenían el sábado activa una operación antiterrorista en Cataluña, buscando a un sospechoso que podría ser el autor del atropello masivo que el jueves mató a 13 personas en Barcelona y dejó a más de un centenar de heridos, en un acto reivindicado por Estado Islámico.
La pesquisa continua pero el gobierno dio por "totalmente desarticulada" la célula con 12 sospechosos de dos ataques en Cataluña al frustrarse su plan inicial de un golpe mayor cuando explotó una vivienda en la que supuestamente preparaban material explosivo, en la localidad tarraconense de Alcanar.
El ministro del Interior, Juan Antonio Zoido, indicó que expertos en seguridad de todo el país acordaron por unanimidad mantener el nivel 4 (alto) de alerta antiterrorista y coincidiendo en que "no hay evidencias de que se prepare otro atentado inminente".
Zoido dijo que se acordó reforzar determinados protocolos dentro del nivel de alerta, como mayores dispositivos en eventos o zonas de gran afluencia en un país que se encamina a batir el récord de 75 millones de visitas de extranjeros en el año.
El último sospechoso prófugo es Yones Abouyaaqoub, ciudadano marroquí de 22 años y habitante de Ripoll, localidad de la que también son vecinos tres de los sospechosos abatidos, confirmaron autoridades. No está confirmado pero se especula que Abouyaaqoub sería el conductor de la furgoneta.
La policía registró dos domicilios en Ripoll, uno alquilado a nombre de Abdelbaki Es Satty, a quien los vecinos identifican como imán en uno de los oratorios de Ripoll, según la orden de registro a la que tuvo acceso Reuters. El dueño del lugar dijo que no había tenido noticias del ocupante desde el martes.
Además de los cinco sospechosos abatidos la madrugada del viernes tras un segundo ataque en Cambrils, la policía confirmó cuatro detenidos y tres más identificados. Según medios, dos de los identificados habrían muerto en la explosión de Alcanar, por lo que sólo un sospechoso seguiría prófugo el sábado.
En el ataque en Cambrils, 120 kilómetros al sur de Barcelona, los presuntos atacantes, armados con cuchillos y con cinturones de explosivos falsos, mataron a una mujer e hirieron a otras seis personas. El balance provisional de 14 muertos podría elevarse ya que el sábado aún quedaban 54 personas hospitalizadas, 12 de ellas en estado crítico y 25 graves.
La explosión que lo precipitó todo. La policía dijo que la "pieza clave" de la investigación es la explosión de la casa de la localidad tarraconense de Alcanar, donde aparentemente los atacantes preparaban material explosivo cuando la vivienda explotó, frustrando y quizás precipitando los planes de ataque.
El Gobierno de Cataluña dijo que entre los afectados figuraban ciudadanos de 34 nacionalidades. Entre las víctimas fatales identificadas hay personas de España, Italia, Portugal, Bélgica, Canadá y Estados Unidos.
Tras el atropello en la zona peatonal de la principal arteria de Barcelona, la céntrica y turística Puerta del Sol madrileña recuperó las grandes jardineras instaladas hace meses, cuando la alerta de seguridad se elevó al nivel 4 después de atentados en toda Europa.
"Confiando sólo en Dios, varios muyahidines lanzaron el pasado jueves en dos células encubiertas dos ataques contra grupos de cruzados en España", dijo Estado Islámico en un comunicado.
Anteriormente, el grupo extremista suní ya había señalado que los ataques tenían como objetivo a los países de la coalición liderada por Estados Unidos en su contra.
España sufrió en 2004 el peor atentado yihadista registrado hasta ahora en suelo europeo, con 192 muertos y desde aquel terrible suceso se han detenido en el país 723 presuntos integrantes de grupos yihadistas, muchos de ellos en Cataluña.
El país cuenta con varios cientos de soldados en Irak que imparten formación a las fuerzas locales en la lucha contra el Estado Islámico, pero no participa en operaciones terrestres.
Si se confirma la participación de extremistas islámicos, se trataría del último de una serie de ataques que en los últimos 13 meses han utilizado vehículos para provocar masacres en ciudades europeas. Ese modus operandi ha causado más de 100 víctimas mortales en Niza, Berlín, Londres y Estocolmo.
En medio de intensos controles, registros e incluso algunas explosiones controladas, las ciudades más afectadas trataban de recuperar la normalidad aunque la conmoción por lo sucedido aún era palpable en Las Ramblas, donde los quioscos y el popular mercado de la Boquería reabrieron el sábado.
Diversos altares improvisados repletos de flores y mensajes de apoyo a las víctimas marcaban el sangriento recorrido de la furgoneta en una ciudad que ha recibido la solidaridad de la comunidad internacional y en la que miles de personas gritaron "No tenemos miedo" en una concentración de homenaje el viernes.